El Comité de Empresa de la planta de General Motors (GM) en Figueruelas ha convocado el próximo sábado una manifestación para rechazar el plan industrial que propone la compañía Magna, que el Gobierno de Aragón tampoco acepta si convierte a la factoría española en "dudosamente rentable".

La manifestación se celebrará a las 12.00 horas con el lema "Opel y auxiliares: por un plan industrial viable. Significa empleo y futuro para Aragón", con el que se quiere mostrar el rechazo absoluto al plan, que supone la pérdida de más de 1.600 empleos de los 7.500 que tiene Figueruelas y el trasladado de una parte de la producción de la factoría a Alemania. La secretaria del Comité de Empresa, Ana Sánchez, ha informado a Efe de que la representación de los trabajadores, que se ha reunido hoy para valorar la venta de GM-Europa, también ha adoptado el compromiso firme de elaborar un calendario de huelgas "si Magna no modifica el plan" en las reuniones que la próxima semana se mantendrán a nivel europeo.

Además, se ha rechazado aceptar el 10 por ciento de la propiedad GM-Europa que quedaría en manos de los trabajadores, según el acuerdo de venta acordado con Magna, que controlaría el 55 por ciento de la compañía automovilística, mientras que la matriz de Detroit (EEUU) se quedaría con el 35. Desde el Gobierno aragonés, el consejero de Industria, Comercio y Turismo, Arturo Aliaga, ha asegurado que el Ejecutivo no aceptará un plan de reestructuración que deje la capacidad de producción de la planta de Figueruelas en "dudosamente rentable" para el futuro.

Aunque ha aceptado que no se puedan mantener la plantilla que tenía la factoría cuando se vendían 498.000 vehículos, Aliaga ha pedido conocer los detalles del plan industrial para poner en marcha las estrategias necesarias encaminadas a "luchar por la planta de Zaragoza" y mantener "el mayor número de empleos posible". En este sentido se ha posicionado el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, quien ha expresado un "cierto nivel de indignación" con Magna, porque aún no ha dado explicaciones sobre su plan industrial, que plantea eliminar miles de empleos y cerrar alguna factoría.

Iglesias ha asegurado que está "dispuesto" a apoyar a GM, pero no "a ciegas", y ha pedido "paciencia", por lo menos diez días hasta que se celebren las elecciones legislativas en Alemania. El "apoyo incondicional" del Gobierno de Aragón, demostrado con la aprobación de un aval de doscientos millones de euros, que aún no ha sido formalizado, está directamente condicionado al mantenimiento de la capacidad de producción de Figueruelas y de los puestos de trabajo, ha enfatizado.

En cualquier caso, según Iglesias, es necesario tener "paciencia" y esperar a que se celebren las elecciones alemanas el 27 de septiembre porque las cosas, según las encuestas, están "muy ajustadas" y, con un debate electoral en su punto "más álgido", hace necesario que no se dé crédito "a todo lo que llega desde allí". Al respecto, ha mostrado su sorpresa por la petición del Gobierno alemán de "repartir" lo que cada país tiene que pagar "sin saber lo que le toca a cada uno", en el sentido de los ajustes que habrá que hacer en las diferentes factorías de GM en Europa.

Las fuerzas políticas también se han pronunciado sobre la situación y el coordinador general y diputado de IU, Adolfo Barrena, ha calificado de "impresentables" y "lamentables" las palabras del ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien afirmó ayer en Alemania que cuanto más conoce de la operación "menos nos gusta". Según el plan industrial conocido de Magna, que se presentó el pasado mes de julio, se suprimirían unos 10.500 empleos en las nueve plantas que tiene GM en Europa, Alemania, España, Reino Unido, Polonia y Bélgica. Esta última podría, asimismo, cerrarse.

En el caso de la de Figueruelas, se produciría la baja de 1.642 trabajadores, se eliminaría una de las dos líneas de producción, se trasladaría a Alemania el montaje del modelo Corsa tres puertas y parte del de cinco, así como la nave de prensas.