Los exconsejeros del BSCH Santiago Foncillas, Pedro Ballvé y Felipe Benjumea declararon ayer ante la juez Teresa Palacios que les parecía "razonable" la indemnización de 43,7 millones de euros (7.000 millones de pesetas) que percibió el excopresidente José María Amusátegui cuando abandonó el banco.

Los tres exconsejeros declararon en calidad de testigos. Y explicaron que se enteraron de ese premio en el primer consejo que se celebró tras la fusión del Santander y el Central Hispano el 17 de abril de 1999. Foncillas explicó que fue Amusátegui quien le informó de su bonificación debido a la buena relación que tenían, mientras que Benjumea y Ballvé aclararon que se enteraron el día del consejo.

Los tres testigos confirmaron que aprobaron esa indemnización como "premio a los servicios prestados". Y afirmaron que la cifra era equiparable "a otras remuneraciones percibidas en un banco extranjero".