La morosidad de los préstamos hipotecarios se ha disparado este año con una fuerza inesperada hasta el punto de haber convertido el saldo de los impagos de estos créditos en el principal producto financiero afectado. Hasta octubre, el saldo de la mora declarada por la mayoría de instituciones financieras y entidades de todo tipo de crédito ascendía a 22.762 millones de euros, de los que más del 33%, unos 7.600 millones de euros, correspondía a cuotas hipotecarias pendientes de pago tras superar un plazo de entre 60 y 90 días.

Los datos corresponden al fichero de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (Asnef), elaborados por la multinacional Equifax. En el periodo de diciembre del 2007 a agosto del 2008, la evolución de la mora declarada en número de operaciones relacionadas con préstamos hipotecarios prácticamente se ha triplicado (un alza del 194%), mientras que por el resto de conceptos también ha subido espectacularmente, pero en ningún caso llega al 53%. La segunda más elevada es la evolución de los impagos de la financiación al consumo (un aumento del 51,4%), seguida por la de las tarjetas de crédito (50,9%) y los préstamos personales (50,4%).

DISTRIBUCION De acuerdo con los datos de los primeros ocho meses del año, los españoles acumulan el 70,4% de las operaciones morosas declaradas por las entidades, y el 51,2% del saldo deudor. La deuda medida por operación morosa se situó en 2.932 euros de media.

Los inmigrantes coparon el 20,7% de las operaciones morosas, aunque su porcentaje de saldo es muy inferior, el 13,13%, debido a que se trata de operaciones de un importe menor (2.554 euros de media). Finalmente, las personas jurídicas rozan el 9% de todas las operaciones declaradas en mora, aunque en este caso representan en 35,7% del saldo impagado, con una media por operación de 16.136 euros.

En el subapartado de préstamos hipotecarios, los impagados de las personas físicas españolas representan el 47% del saldo, superan en más de 10 puntos el volumen de mora de las sociedades (36%) y casi triplican al de los inmigrantes (17%), según han constatado los expertos.