Es posible hacer una reforma laboral sin necesidad de abaratar el coste del despido. Con este mensaje central, más de 700 catedráticos, profesores y expertos de diferentes disciplinas y universidades de toda España --encabezados por el rector de la Complutense, Carlos Berzosa-- presentaron ayer en Madrid un manifiesto laboral que, inmediatamente, hicieron suyo los secretarios generales de UGT y de CCOO, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo.

Frente a quienes propugnan una reforma de los contratos y del despido, el documento de los 700 aboga por flexibilizar la negociación colectiva para adaptar las relaciones laborales a cada empresa. "Se trata de reforzar la negociación colectiva centralizada, para no dejar desprotegidas a las empresas más pequeñas y, después, dejar jugar a tope las cláusulas de descuelgue, para que cada empresa pueda negociar con sus trabajadores las condiciones de salario, jornada y de todo tipo que mejor se adapten a sus circunstancias".

IDEA DE ZAPATERO Es el modelo del sector del automóvil, explica Santos Ruesga, catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Madrid y uno de los tres redactores del manifiesto junto con Joaquín Aparicio y Fernando Valdés, catedráticos de Derecho del Trabajo de la Universidad de Castilla-La Mancha y de la Complutense. La idea de flexibilizar así la negociación colectiva aparece en los últimos discursos del presidente Rodríguez Zapatero.

El documento de los 700 "rompe el cerco del pensamiento único", proclamó Méndez. "Un cerco asfixiante" en el que, según el líder de UGT, están enrocadas las propuestas "inmovilistas" que solo defienden abaratar el coste del empleo y del despido como alternativas frente a la crisis. "Lo suscribimos desde el título hasta el punto final", dijo Toxo, antes de denunciar la "ofensiva brutal" de los últimos meses contra los trabajadores.

El documento fue presentado por Santos Ruesga, como una "alternativa" ideológica frente a quienes defienden un contrato único con despido más barato, congelar los salarios, rebajar las cuotas sociales y más flexibilidad. Se trata de propuestas (estas últimas), de un modo u otro, vinculadas a organizaciones empresariales y a instituciones como el Banco de España, el Banco Central Europeo, la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la OCDE.

Algunas de estas propuestas también están vinculadas a grupos de expertos, como el aglutinado en torno a la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que hace dos meses presentó el conocido como Informe de los 100 expertos para una reforma laboral. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, suscribió este documento en abril, antes de acceder al cargo.

CENSURA A LA ARROGANCIA Tras proclamar que "la legislación laboral no ha sido la causa de la crisis", el documento de los 700 expertos juzga "indecente" la intención de desplazar a los trabajadores el coste de la crisis económica. Berzosa censuró la "arrogancia de quienes piensan que la economía resolverá todos los problemas".

Frente al "uso y abuso" de las reglas de "flexibilidad externa" (contratación laboral y despido), se propugna "transitar" hacia fórmulas de "flexibilidad interna", dentro de la empresa (negociada y con participación sindical). "No estamos contra la reforma laboral, sino que lo planteamos desde unos ejes distintos", resumió el catedrático Ruesga. En opinión de Méndez, este tipo de propuestas son "eficaces y viables" y logran además, que se "repartan los esfuerzos".