UGT tuvo que salir ayer a la palestra para aclarar que la única medida que encontrará un rechazo frontal del sindicato en la futura reforma de las pensiones es el aumento del periodo de calculo de la prestación porque supondría un recorte de las cuantías a las que tienen derecho los trabajadores pasivos.

El congreso de la UGT aprobó ayer un informe sobre protección social que marcará la estrategia del sindicato durante los próximos cuatro años, y que incide en problemas como la financiación de la Seguridad Social, las prejubilaciones o el derecho universal de asistencia a las personas dependientes.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, inauguró el miércoles el 39º congreso de la UGT con una llamada a empresarios y sindicatos para que "contribuyan", en el marco del diálogo social, a garantizar las pensiones más allá del 2020, fecha en la que los expertos auguran problemas en la financiación de la Seguridad Social.

El responsable de protección social y empleo del sindicato, Jesús Pérez, aseguró, sin considerarse aludido por ninguna advertencia de Zapatero, que está de acuerdo en buscar fórmulas que garanticen la viabilidad del sistema más allá del 2020 "pero sin recortar las pensiones".

Pérez ha explicado al Gobierno que el aumento del periodo de cálculo de la prestación por jubilación desde los 15 años actuales a toda la vida laboral de trabajador --como se propuso con el PP-- provocaría un descenso generalizado de las prestaciones. El Ejecutivo estudia dejar el sistema de cálculo como está y diseñar un método específico para los trabajadores que son despedidos a los 52 años.