El camino que desea seguir en política económica el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, es por el momento justo el contrario que el del gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez. Ayer rechazó, con determinación, sus recetas para reformar el mercado laboral con medidas que abaraten las indemnizaciones por despido, con la tesis de que posibilitarían la recuperación económica, estimulando el empleo e, incluso, mejorando la protección laboral.

La propuesta del gobernador del Banco de España circula con intensidad desde hace unas semanas. Primero fueron los empresarios madrileños, después la CEOE --con la idea de reducir de 45 a 20 días por año trabajado la indemnización del despido improcedente en España-- y, el último, Fernández Ordóñez.

El modelo en el que se piensa es el de Dinamarca, que suprimió prácticamente la indemnización por despido pero, a cambio, mejoró la prestación por desempleo y la formación de los que pierden el trabajo. Zapatero consideró que la mejora de la competitividad, uno de los grandes males de la economía española, no se conseguirá con un abaratamiento del despido. Todo lo contrario.

DOS MODELOS IDEOLOGICOS Para ello, el jefe del Ejecutivo se refirió a los dos modelos ideológicos que han luchado entre sí en las últimas décadas. Las tesis de Fernández Ordóñez "forman parte de un catálogo de recetas neoconservadoras, que defienden la no intervención, la no regulación y adelgazar el Estado del bienestar, y no debemos ir por ese camino", aseguró Zapatero. El ejemplo de esa desregulación sería Estados Unidos, según el presidente del Gobierno, que ahora "también destruye empleo con intensidad".

En el otro lado, estarían los países que han fortalecido el Estado del bienestar, con trabajadores más protegidos, y que "han demostrado ser más competitivos". Ahí cabría situar a Alemania o Francia e, históricamente, al conjunto de los países nórdicos, aunque en los últimos años hayan adoptado ciertas reformas que rompen con algunos prejuicios ideológicos.

Zapatero no pretende, por tanto, abonarse a un discurso que pondría en peligro su actual alianza con los sindicatos. La competitividad se mejora, a su juicio, con una mayor formación de los trabajadores, entre 10 y 15 puntos por debajo de la media de los países del entorno europeo. "Hay que mejorar la ratio de los jóvenes que siguen estudiando después de la educación obligatoria", afirmó, situando el otro factor de mejora en la inversión en investigación y desarrollo. En las dos cuestiones, España "parte de una situación muy inferior" al resto de países europeos.

El PP, en cambio, se desmarcó de Fernández Ordóñez, no por su propuesta, sino por entender que llega tarde. El diputado popular Cristóbal Montoro consideró que sus mensajes "son cuasi alarmistas ahora que España se encuentra en mitad del incendio", al considerar que debía de haber anticipado la recesión.

APOYO DEL BCE José Manuel González-Páramo, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), compartió ayer las afirmaciones del gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, sobre la necesidad de una reforma urgente y profunda del mercado laboral en España. Antes de una conferencia en el Círculo Financiero de La Caixa, destacó que el gobernador no es el primero que pone de manifiesto la necesidad de esta reforma.

"Todo el mundo conoce que el mercado laboral es uno de los talones de Aquiles de la economía española", sostuvo. Es "difícil" no compartir la afirmación porque la pérdida de empleos señala que hay que actuar, añadió.