El presidente del Gobierno confirmó ayer que dentro de la subida de impuestos que planea no se incluirá un alza del IRPF, porque ello supondría "penalizar el trabajo". Rodríguez Zapatero cree "escandaloso" que "los trabajadores tributen más que los empresarios".

El líder del Ejecutivo aseveró ante el comité federal del PSOE que el alza impositiva tendrá "un sello: quienes más van a contribuir son los que tienen más capacidad de hacerlo". La subida permitirá amortiguar el déficit y controlar la deuda pública. "Tenemos claro por dónde podemos recaudar más: por las rentas altas", alegó.