Cabe la posibilidad de que el Partido Popular tenga que aumentar su cuenta de gastos de campaña improvisando un cargo para, en lenguaje cervantino, deshacer los entuertos que les va urdiendo el gran estratega que se llama José María Aznar.

Porque, aunque el común de los mortales no lo perciba, la política exterior es fundamental para las elecciones municipales y autonómicas. El caso de Valencia es el más evidente. Allí tienen la experiencia de la Copa América, un evento financiado sobre todo por el Estado, que se han engullido para sus activos electorales los populares de la casa. Con los valencianos sacando pecho por las regatas, ¿qué mejor que asomarles el pico del siguiente caramelo? La Fórmula 1, de Bernie Ecclestone. O gana Francisco Camps o se quedan sin la golosina.

¿Quién ha organizado eso? Pues Alejandro Agag, el astuto yerno de José María Aznar, que es además íntimo amigo de un caradura repleto de cualidades y poder como lo es el exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi. Eso lo han dejado caer como si no tuviera nada que ver con la campaña electoral.

Mas no acaba ahí la cosa. Ahora Aznar se ha ido a Polonia para ver a uno de los dos gemelos que mandan en el país, los que quieren dejar sin pensión a los brigadistas polacos que vinieron a España durante la guerra civil, los que han dejado sin acta de diputado a Bronislaw Geremek, uno de los más destacados intelectuales que lucharon contra el stalinismo, porque se ha negado a pasar por la humillante prueba de detallar su colaboración con los comunistas.

En este caso, la intención va de gestos. ¿Con quién se relaciona Aznar sin necesidad de tomarse unas copas de más? Con aquellos que nos ofrecen una sociedad autoritaria y salvaje, con Bush, para anunciar guerras; con Berlusconi, para chupar yate y dejar claro que se puede utilizar el Estado para lo que uno quiera. Y con los gemelos polacos, para que nos vayamos preparando. ¿Alguien ha tenido que ver con el PCE o con el PSUC, o con Bandera Roja? ¿Va a estar en el programa futuro de los populares lo de explicar cómo algunos colaboramos con el comunismo mientras Franco vivía? Lo de los franquistas no hay que explicarlo.