TEtstos meses están siendo muy especiales en mi vida. Primero, porque después de doce veranos de gira con mi grupo he decidido aparcar la música por un tiempo y cumplir un viaje largamente soñado: retirarme a una isla con la única ocupación de dedicarme a la literatura. Y segundo, porque de ese propósito tan simple como necesario de escribir, escribir y escribir, apartado de todos y de todo, subyace otro propósito tanto o más importante para mí: leer, leer y leer.

Lo cierto es que aquí me encuentro, en la isla de Lanzarote, disfrutando de todos esos libros que durante años se me iban acumulando sin poder encontrar la tranquilidad y la concentración necesarias para leerlos. Y dándome un gusto superior si cabe: releer obras que alguna vez me hicieron feliz y que me prometí a mí mismo que releería en el momento y en el lugar adecuados. Ahora es ese momento y ese lugar.

Estos días he vuelto a las páginas de Antes de que anochezca , la maravillosa autobiografía del escritor cubano Reinaldo Arenas (1943-1990): un libro lleno de contrariedades, de placer y dolor, de luces y sombras, y en opinión de muchos, también de algunas incertidumbres y exageraciones sobre una época crucial en el establecimiento del régimen castrista y en los excesos de su propio protagonista, tan célebre por su literatura como por el personaje creado en torno a su vida.

Compré este libro hace ahora nueve años, en su edición española de la colección Fábula de Tusquet, por acertada recomendación de mi amigo el poeta Daniel Casado , y lo culminé en dos días. Una semana después sentí el deseo de releerlo con más calma, y así lo hice. Después se lo presté a un amigo, y luego a otro, y luego a otro. Los tres quedaron contentos con su lectura --aunque éste, quizá, no sea el adjetivo más apropiado--. Tuvimos varias charlas en torno al desasosiego que el libro crea al lector en algunos capítulos y sobre las distintas sensaciones de caos, libertad o sorpresa que genera en otros. El caso es que es una obra a la que he vuelto varias veces desde entonces y de la que he salido siempre renovado, igual que los amigos a los que se la he dado a conocer o directamente les he prestado mi ejemplar de Tusquet.

Pues bien. Debe ser la quinta o sexta vez que leo Antes de que anochezca , y vuelvo a quedar deslumbrado por su prosa, por sus imágenes y por la atracción que Reinaldo Arenas --escritor homosexual, autodidacta, disidente del régimen castrista, perseguido, encarcelado, exiliado, enfermo terminal y suicida-- sigue generando en mí.

Nueve años después de mi primer asombro en sus páginas, he querido seleccionar y transcribir para esta Locura ordinaria algunos de los muchos párrafos destacables de su lectura, la mayoría de las veces estremecedores, insurrectos, violentos, profundos, tiernos, angustiosos, bellos o piadosos, como su propio autor se mostró en vida. En concreto, he seleccionado once fragmentos de entre los que más me gustan:

"Yo pensaba morirme en el invierno de 1987. Desde hacía meses tenía unas fiebres terribles. Consulté a un médico y el diagnóstico fue SIDA. Como cada día me sentía peor, compré un pasaje para Miami y decidí morir cerca del mar. Pero todo lo que uno desea se demora, aun la muerte"."La muerte siempre ha estado muy cerca de mí; ha sido siempre para mí una compañera tan fiel que a veces lamento morirme solamente porque entonces tal vez la muerte me abandone"."¿Cuál fue la influencia literaria que yo tuve en mi infancia? Ningún libro, ninguna enseñanza"."Mi abuela indiscutiblemente era sabia; tenía la sabiduría de una campesina que ha parido catorce hijos, de los cuales ninguno se había muerto; había soportado los golpes y las groserías de un marido borracho e infiel; se había levantado durante más de cincuenta años para preparar el desayuno. Mi abuela era analfabeta, sin embargo obligó a todos sus hijos a que fueran a la escuela"."Cultivar la tierra es un acto de amor. La planta y la semilla requieren una complicidad tácita con quien las cultiva"."La mayor parte de nuestra juventud se perdió en cortes de caña, en guardias inútiles, en asistencias a discursos infinitos donde siempre se repetía la misma cantaleta, en tratar de burlar las leyes represivas, en la lucha incesante por conseguir un pantalón o un par de zapatos, en el deseo de poder alquilar una casa en la playa para leer poesía o tener nuestras aventuras eróticas"."Siempre el estruendo militar asfixiando el ritmo de la poesía o de la vida"."Los regímenes autoritarios pueden destruir a los escritores de dos modos: persiguiéndolos o colmándolos de prebendas oficiales"."Había un preso que cantaba día y noche imitando la voz de Roberto Carlos a la perfección. Aquellas canciones tan tristes habían sido como himnos para el pueblo de Cuba, y aquel preso las cantaba con más autenticidad y más dolor que el propio Roberto Carlos"."Descubrir una ciudad es un hecho único, pero si además tenemos el privilegio de hacerlo con los amigos que más queremos, ese hecho se convierte en algo verdaderamente insólito"."Casi siempre las esperanzas son de los desesperados" .Además de estos once fragmentos, quiero compartir tres más, de temática política, en los que la voz de Reinaldo Arenas se me antoja tan necesaria, crítica y lúcida como de rabiosa actualidad:

"La diferencia entre el sistema capitalista y el comunista es que, aunque los dos nos dan una patada en el culo, en el comunista te la dan y tienes que aplaudir, y en el capitalista te la dan y uno pude gritar"."Nunca me he considerado de izquierdas ni de derechas, ni quiero que se me catalogue bajo ninguna etiqueta oportunista y política. Yo digo mi verdad, como cualquier ser humano que haya tenido ojos para ver las cosas tal como son. Grito, luego, existo"."Era casi imposible para el ser humano concebir tantas calamidades de golpe. Veníamos de incesantes dictaduras, de incesantes abusos, de incesantes atropellos por parte de los poderosos y ahora era nuestro momento, el momento de los humildes".Otro apunte maravilloso de esta obra está oculto en su título que, para quienes no lo sepan, hace referencia a las condiciones en las que el autor dio forma a la mayor parte del libro, escondido en el bosque, fugado de los soldados de Castro , escribiendo a toda prisa para aprovechar la luz del día antes de que anocheciera, pues no tenía ni velas para alumbrarse.La edición de bolsillo de la colección Fábula de Tusquet sigue reeditándose actualmente. Su precio es de 9 euros. A diferencia de otras ediciones españolas, incluye una Introducción y una Carta de despedida del propio autor. Muy recomendables.Para los cinéfilos, también es muy honesta con el libro su adaptación cinematográfica, de igual título. Está dirigida por el estadounidense Julian Schnabel , y Reinaldo Arenas es interpretado magistralmente por Javier Bardem , en un papel que le valió la nominación al Oscar y el Gran Premio del jurado en el festival de Venecia.Otros libros muy recomendables de Reinaldo Arenas son Otra vez el mar y El color del verano . Y un tercero, que para mí es su mejor novela:

Otra vez el mar El color del verano El mundo alucinante