La Audiencia Provincial de Madrid celebró ayer la primera sesión del juicio del caso del ácido bórico, una supuesta revelación periodística que intentaba demostrar las relaciones entre ETA y el 11-M. Un alto cargo sentado en el banquillo, Francisco Ramírez, jefe del laboratorio científico, confirmó que rehizo el informe que apuntaba esas relaciones en virtud de una sustancia (ácido bórico) encontrada en varios pisos, porque sus conclusiones eran "anticientíficas" y "absurdas".

Ramírez explicó que, a requerimiento de la Comisaría de Información Exterior, solicitó al analista Manuel Escribano examinar la sustancia, hallada en el piso del acusado por el 11-M Hassan el Haski. Su superior, Pedro Luis Mélida, tachó las conclusiones, según Ramírez, y le ordenó que rehiciera el informe.