La multitudinaria despedida a Jokin Gorostidi, el que fuera fundador de Herri Batasuna y miembro de ETA indultado en el proceso de Burgos, evidenció los nuevos aires que soplan en la izquierda aberzale. La independencia sigue siendo su principal objetivo, como quedó reflejado en las palabras de la compañera del fallecido, Itziar Aizpurua, otra veterana dirigente, que prometió seguir luchando por la libertad de Euskal Herria "hasta el último aliento". Arnaldo Otegi también aludió en su intervención a la "lucha" de "gente como Jokin", que ha permitido que ahora las puertas de la independencia "estén abiertas". Sin embargo, aunque los mensajes y la escenografía fueron los habituales, el acto transmitió una apuesta por la contención.

En la abarrotada plaza de la localidad guipuzcoana de Deba se dieron cita todos los dirigentes de la izquierda aberzale.

Aizpurua, una líder caracterizada por la dureza de sus intervenciones, provocó el momento más intenso cuando subió al escenario, presidido por una gran foto de Gorostidi, portando sus cenizas. Aizpurua defendió la militancia de Gorostidi en ETA, y reconoció que fue ella quien colocó el símbolo de ETA en el ataúd.