La apuesta de José Luis Rodríguez Zapatero por Ségolène Royal --borrada a toda prisa de la memoria monclovita-- incomodó a algunos diplomáticos españoles, más preocupados por la construcción de Europa que por las filias socialistas. Ha ganado Nicolas Sarkozy y de él esperan que desperece a los Veintisiete y que Francia, aquella locomotora, vuelva al centro de la UE.

LA CONSTITUCIÓN

El ‘Tratado simplificado’convencerá a España

“Nos vamos a tener que apretar los machos”, dicen altos cargos del Ministerio de Exteriores español. Los diplomáticos saben que Europa y su Constitución vaa ser el primer problema a niveleuropeo que Sarkozy va a afrontar.Y, en esa tarea, España estaráa su lado con la máxima predisposiciónpara llegar a un acuerdo.Primer punto de encuentrocon el futuro presidente.Royal había prometido volvera someter el texto a un referendo,todo un peligro teniendo encuenta que el pueblo francés yadijo no en una ocasión.

Sarkozy quiere superar estocuanto antes con un Tratado simplificado;no la Constitución conocidahasta ahora, que recogetodos los tratados, sino con otrodocumento más que se uniría alos ya existentes (Amsterdam, Niza...).En este capítulo, MiguelÁngel Moratinos repitió el juevesen el Senado que no aceptarála “deconstrucción” de la Constitución.Sin embargo, altos cargosdel ministerio no son tan tajantesen privado, fuera del Parlamento,y reconocen que la posiciónespañola está más cerca delTratado simplificado de Sarkozy delo que se muestra en público.

INMIGRACIÓN Y DEFENSA

Preocupaciones ypolíticas comunes

Los otros dos asuntos en los queel Gobierno español puede ir dela mano con el presidente electofrancés son la política común deinmigración y la de defensa.

En el primer caso, superado elencontronazo entre Zapatero ySarkozy a cuenta de la regularizaciónmasiva ordenada por elpresidente español, fuentes diplomáticasconsideran que ambospaíses se unirán para dar unempujón al diseño de una estrategiacomún de entrada de inmigrantesen los respectivos países,para reforzar la vigilancia fronterizay también para otros temasmás pragmáticos como laidea de hacer consulados comunesfuera del territorio de laUnión Europea. Esas mismasfuentes señalan un punto en elque se puede chocar: la políticadel mercado laboral.

Francia lo tiene colapsado y yano necesita tanta mano de obracomo España, que sigue contandocon la inmigración para seguircreciendo.

El segundo asunto, la defensade los 27 estados miembros de laUnión Europea, también experimentaráun gran desarrollo conSarkozy, que apuesta por reforzarla,pese a las reticencias depaíses como Holanda, Dinamarcay el Reino Unido, que prefierenque este asunto siga en manosde la OTAN.

NUEVAS ALIANZAS

Los ejes: Mediterráneoy franco-alemán

En un discurso en septiembre,Sarkozy declaró que su país debesuperar el tradicional eje francoalemány sumar a esa alianzatradicional a los grandes (el ReinoUnido, Italia, Polonia y España),una idea que molestó ensu propio país, en Alemania y enlos países pequeños.

Esta tesis no la ha vuelto a exponer,pero diplomáticos españolesno descartan que la recuperesi ese viento conservadorque ha levantado se convierte envendaval tras las legislativas delpróximo 17 de junio.

En otro discurso, Sarkozy defendióla fundación de un ejemediterráneo, independiente dela UE, con el ojo puesto en crearun instrumento financierocomún, algo que hasta ahora nose ha podido hacer dentro del“proceso de Barcelona”, dondeestán los 27 miembros de la UE.En los dos proyectos de Sarkozy,España sale ganando, explicanlas mismas fuentes, que prefierendestacar esas coincidenciascon el nuevo presidente.