El PP vasco observa con gran recelo la posibilidad de un acercamiento entre los socialistas y los peneuvistas tras la oferta de acuerdo de estabilidad presupuestaria presentada por Iñigo Urkullu, y ha decidido reforzar el marcaje al Gobierno de Patxi López para no pasarle ni media. Lo resumió ayer Antonio Basagoiti al recordar que si el PSE "propone", es el PP quien "dispone", porque solo su partido garantiza la mayoría.

Fue la primera advertencia clara tras una semana en la que los populares han visto frustradas sus expectativas de recuperar la Diputación de Alava mediante el apoyo del PSE a una moción de censura contra el PNV. Basagoiti recalcó que la actuación socialista "no va en la buena dirección" y confesó su intención de "pinchar" al Ejecutivo de López y al PSE "todos los días" para que no olviden sus compromisos.

NO ESTAR AL MARGEN El presidente del PP también reclamó una reunión formal con el lendakari para hablar de las cuentas del 2010. Y es que, aunque hace apenas 15 días que Basagoiti y López mantuvieron una cita oficial, a los populares les desagrada quedarse al margen de la iniciativa del Ejecutivo del País Vasco, que ha convocado el próximo lunes a diputaciones y ayuntamientos con el propósito de analizar el descenso de la recaudación y la necesidad de reajustar los presupuestos.

Las tres diputaciones están en manos del PNV y el poder municipal se reparte entre peneuvistas y socialistas, lo que supone que los populares se quedan fuera. Por eso, Basagoiti calentó ayer el ambiente al decir que existe un "frente foral" dirigido por el diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, quien, siguiendo órdenes de la cúpula del PNV, "pone palos en las ruedas del cambio".

Basagoiti pretende convencer a López de que hay que parar ese frente. Pero lo que quiere, fundamentalmente, es que el lendakari tenga al PP como principal interlocutor para todo, incluidas las cuentas del 2010. "No aceptaremos políticas de hechos consumados", advirtió.