El decreto de lenguas que ha preparado la Xunta y que, entre otras posibilidades, permite a los padres elegir el idioma en el que quieren que sus hijos reciban las clases en la etapa infantil a través de una votación no gusta ni a los defensores del gallego ni a los del castellano. Entre los primeros se encuentra el BNG, que ha exigido a Alberto Núñez Feijóo que "dé marcha atrás" porque de lo contrario se enfrentará "a la resistencia del pueblo", aseguró su portavoz, Guillermo Vázquez.

Para los nacionalistas, "lo único que busca el PP es potenciar el español frente al gallego", afirma Vázquez. Su compañero de partido y portavoz parlamentario, Carlos Aymerich, advirtió a Feijóo de que derogar un decreto nacido "de un amplio consenso" --el aprobado por el anterior Ejecutivo bipartito-- "no traerá nada bueno".

El PSOE de Galicia sostiene que la norma "elimina de un plumazo la discriminación positiva a favor del gallego, que debe garantizar la competencia del alumnado en gallego y castellano". Para su portavoz de Educación, Guillermo Meijón, ha sido "elaborada de espaldas a la sociedad" y por personas que "poco han pisado las aulas". La plataforma Queremos Galego y el sindicato CIG han convocado para el 21 de enero un paro como protesta.