El ministro de Defensa, José Bono, desmintió ayer con rotundidad al titular de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, al negar que España tenga intención de vender aviones militares a Angola, como éste anunció el miércoles en Luanda, la capital del país africano. Moratinos dijo que la operación se cerraría en un próximo viaje de Bono a Angola.
El ministro de Defensa lo negó todo. Aseguró que no tiene previsión de viajar a Angola ni "en el 2005 ni el 2006" y subrayó que Defensa "no se dedica a vender armas ni a vender aviones". En su visita a la base de la Legión Alvarez de Sotomayor, en Viator (Almería), Bono quiso dejar "patente" que no tiene prevista "ninguna visita a Angola", pese a que fue invitado por su homólogo angoleño en mayo pasado. El Ministerio de Defensa difundió un comunicado para desmentir a Moratinos. El texto apunta que la invitación que recibió para visitar Angola "no tenía relación alguna con operaciones comerciales de ninguna especie".
Moratinos afirmó ayer que el viaje de Bono a Angola "estaba previsto" tras la reciente visita del ministro angoleño a Madrid y que "había interés de empresas españolas" en hacer negocios con el país africano, algo que Defensa desmintió. El jefe de la diplomacia española negó, sin embargo, que hubiera contradicciones entre él y Bono.
"Hay operaciones económicas y comerciales que se discuten entre empresas y algunos departamentos pueden tener interés o no en apoyarlas", dijo con vaguedad Moratinos desde Maputo, capital de Mozambique, tercera etapa de su gira por Africa.
El ministro explicó que anunció el viaje de Bono a este país a preguntas de los periodistas, cuando lo cierto es que lo hizo en sus palabras introductorias de la conferencia de prensa, antes del turno de preguntas.
EL CONDENADO EN FILIPINAS El desmentido de Bono a Moratinos llega después de que, el pasado 21 de noviembre, fuera Exteriores quien enmendara al titular de Defensa. Entonces, Bono explicó que había logrado del Gobierno filipino la garantía de que un español condenado a muerte en ese país no sería ejecutado mientras siguiera gobernando la presidenta, Gloria Macapagal. Moratinos dejó en evidencia a su colega al relatar que él obtuvo idéntica garantía dos meses antes. Exteriores comunicó a la familia del preso que no había novedad en el caso.
