El líder de UGT, Cándido Méndez, aprovechó el mitin de Rodiezmo para mostrar la disposición de su sindicato a recuperar el diálogo social, aunque poniendo duras condiciones a la patronal, a la que le dedicó severas críticas de entrada.

El líder sindical advirtió de que lo que hace falta no es una reforma laboral, sino una gran "reforma empresarial" que haga que las compañías mejoren la formación, la productividad y la innovación. Méndez criticó que la CEOE haya mentido sobre la falta de flexibilidad del mercado laboral y se opuso a las recetas de desregulación defendidas por el gobernador del Banco de España.

Méndez acusó a la patronal de considerar los puestos de trabajo "como la basura" que se saca cada noche a la calle en forma de despidos cuando llega la crisis. El sindicalista lanzó un capote a Zapatero al elogiar que el Gobierno, "a diferencia de etapas anteriores", encara la crisis de manera solidaria, pero también le tiró de las orejas al afirmar rotundamente que mientras aumenta el paro "no se puede decir que estás saliendo de la crisis". Al PP le reprochó sus propuestas de bajar impuestos y reducir gasto público, y a la patronal de hablar de rigidez laboral "cuando están despidiendo a mansalva a trabajadores con contrato fijo".