"¡Mari, es que no me cabe en la cabeza, cómo siendo unos salmantinos de pura cepa, podemos tener dos hijos tan impresentables... el uno charaina y el otro... el otro de la ETA!". Pepe y su mujer Mari son los Sánchez (aunque en los rótulos un espray travieso ha cambiado la ch por la tx ). Son los protagonistas de un programa de humor de la televisión pública vasca (ETB), titulado ¡Vaya semanita! , que ha alcanzado más audiencia que los partidos del Athletic. El 35% de share , una media de 300.000 vascos (y vascas, que diría el lendakari), se coloca frente a la tele cada jueves para reírse de sus políticos y de sí mismos.

Los Sánchez, efectivamente, son maketos . Tienen un hijo ertzaina, Patxi, y otro que anda metido en la kale borroka o violencia callejera --que en la serie pasa a ser la kale borrika --, y que se llama Antxon (o Antoñito, según su padre). Ambos comparten habitación, lo que da lugar a una decoración curiosa. Patxi viste uniforme policial y esgrime la porra sin remilgos, mientras que Antxon luce jersey de lana a rayas y pañuelo palestino y, si tiene que enarbolar algo, suele ser un cóctel molotov.

No queda títere con cabeza. Desde Batasuna al PP pasando por el PNV. La cuadrilla es un grupo de cuatro amigotes, todos vestidos con camisas de cuadros arremangadas y siempre con su txikito en la mano. Son el estereotipo del vasco que aprecia el buen vivir y pasa horas en los bares txikiteando . La cuadrilla acude a un entierro: "Si lo tenía todo en la vida... ¡del PNV, jesuita y del Athletic!", se lamenta uno. Ayer, en los estudios de ETB en San Sebastián, el equipo rodaba una escena con las elecciones vascas como argumento. El actor Santi Ugalde aparecía dentro de una bañera cubierto de papeletas del PNV que van cayendo como los pétalos de rosa en American beauty . El txikitero sueña con la victoria peneuvista... Su rostro refleja el placer del momento hasta que, de repente, cae una papeleta del PP, que le provoca un síncope.

Un espacio liberador

Las parodias de ¡Vaya semanita! no son sólo políticas --otro motivo de escarnio recurrente es la "precariedad sexual del País Vasco", como define la situación uno de los guionistas, Diego San José--, pero aquéllas han provocado, por ejemplo, que en las calles o en los bares de Euskadi, donde era muy difícil escuchar en voz alta referencias a la violencia callejera, sea a favor o en contra, ahora se oigan alusiones a la kale borrika . Los vascos, además, tienen la oportunidad de ver entrevistas con sus políticos en un ambiente más distendido, con un lenguaje menos rígido. Por el plató ha pasado igual Arnaldo Otegi (Batasuna) que María San Gil (PP). El entrevistador y también actor en la serie, Oscar Terol, admite que "hay políticos que se han ofendido", aunque añade que, cuando habla con uno, suele estar encantado con la ridiculización que se hace de sus rivales.

"Normalizar el humor"

Diego San José cree que han contribuido a "normalizar el humor" en Euskadi, aunque reconoce que ha habido cartas de quejas al director, Javier García Vikuña, por ejemplo de ertzainas que consideran que se ridiculiza su trabajo. Los padres de este exitoso programa --la productora Pausoka está negociando vender la idea a Telecinco-- son conscientes de que la parodia es factible porque desde hace dos años no hay asesinatos de ETA. Diego, el guionista, no quiere ni plantearse qué harían en ese caso. "Sería un gran problema", admite.

Un último sketch para estas elecciones: un anuncio de trabajo reza "se buscan nacionalistas con dotes de mando". Se descartan los que han tenido "algún tipo de experiencia en el sector de los autobuses o del mobiliario urbano", a los que "usan ropa de montaña y pañuelo palestino", a los que "han coincidido alguna vez con Otegi en un concierto de Muguruza"... Al final sólo queda un aspirante, que pronto sale de su estupor. "¡Enhorabuena! ha sido usted elegido para ser candidato de la lista blanca de Batasuna".