El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) avisó en octubre del 2003 al entonces presidente del Gobierno José María Aznar del riesgo de un atentado islamista en España por el apoyo del Ejecutivo a la guerra de Irak. Así consta en el escrito de conclusiones provisionales presentado ayer por el fiscal a los magistrados que juzgarán a los 29 imputados en el 11-M.

En el escrito, de más de 300 páginas, se reclaman más de 270.000 años de cárcel para los acusados. En los anexos se recogen documentos desclasificados por el Gobierno de Zapatero. Uno de ellos es una nota informativa del CNI, con fecha del 27 de octubre del 2003, en la que se advierte al Gobierno del PP del malestar que han suscitado en el islam radical las operaciones policiales que permitieron desarticular la red española de Al Qaeda en el 2001 y, sobre todo, la detención del periodista de la cadena Al Jazira, Taysir Alony.

REPRESION MARROQUI Además, los servicios secretos explicaron al expresidente del Gobierno que habían detectado un aumento de islamistas radicales en España tras la "represión policial marroquí" por los atentados de Casablanca de mayo del 2003. Esas personas, según el CNI, buscaron "refugio" en nuestro país y se dedicaban al "proselitismo, al reclutamiento y a actividades logísticas, sobre todo ligadas a la pequeña delincuencia".

Además, en esa nota se afirmaba que el islam radical "estima que España se ha alineado con los enemigos del islam" y ponían como ejemplo la celebración de la conferencia de donantes para Irak en Madrid que, a juicio de los radicales, confirmaba "la alineación de España con esos enemigos". Por ello, los servicios secretos advertían al expresidente del Gobierno de que "las amenazas explícitas a intereses españoles han crecido significativamente en los últimos meses". El CNI sugería al Gobierno del PP reforzar las "medidas de protección en los vuelos de aviones oficiales a zonas sensibles".

En otro documento, redactado entre septiembre y octubre del 2003 por el órgano de información de ayuda al pueblo iraquí (Centro de Servicios de los Muyahidines), se afirmaba que los islamistas confiaban en derrocar al Gobierno del PP porque "no soportará más de dos o tres golpes", y vaticinó que "la victoria del partido socialista estaría prácticamente garantizada".

Ese texto, que ha sido analizado por la policía y el Instituto de Defensa de Noruega, y remitido al juzgado por el Real Instituto Elcano, decía que para "forzar al Gobierno español a la retirada de Irak, la resistencia debe propinar golpes dolorosos a sus tropas". Y añadía: "Debe aprovecharse la proximidad de la fecha de las elecciones generales en España en el tercer mes del año próximo marzo del 2004".

Por su parte, uno de los cuatro inductores del mayor atentado cometido en Europa desde la segunda guerra mundial, Rabei Osman, El Egipcio , comentó a un grupo de amigos en su casa de Milán el 5 de abril del 2004 que "todos los países que apoyan a EEUU terminarán como Aznar". Este terrorista explicaba a sus compañeros que él había vivido en España y que sabía perfectamente "que tras los hechos sucedidos en la estación de Atocha, todos, los árabes y los españoles salieron a la calle y gritaban lemas llamando asesino a Aznar".

ADVERTENCIA Por ello, apostillaba que "quien apoye al perro Estados Unidos tendrá solamente un terremoto, y Madrid ha sido la prueba". Además, daba gracias a Dios por haber eliminado a Aznar. "Madrid" --dice-- "es una lección para Europa, que debe entender que debe alejarse de los estadounidenses". Asimismo, celebraba la victoria del Gobierno socialista en elecciones del 14-M. "Zapatero, este que ha llegado ahora, ha sido muy astuto, porque ha entendido enseguida el valor de los árabes y apenas entrar al cargo del Gobierno ha abierto de inmediato un diálogo con marroquís y árabes".

El Egipcio , en otra charla con un joven islamista confiesa: "El hilo de la operación de Madrid fue mío". También que "todos fueron mi grupo" y que él no participó en el atentado, pero que el día 4 de marzo del 2004 se puso en contacto con ellos para conocer los detalles, aunque consta que en enero del 2004 estuvo en España. Y le aclaró a su interlocutor: "El programa fue de alto nivel, incluso yo estaba preparado para ser mártir. La operación requirió muchas lecciones y mucha paciencia a lo largo de dos años y medio".