La comisión parlamentaria de investigación del 11-M aprobó ayer el dictamen que discutirá el pleno del Congreso el próximo 30 de junio con carácter definitivo. Todos los grupos, menos el PP, determinaron que el Gobierno de José María Aznar no respondió adecuadamente a la amenaza del terrorismo islamista antes del 11 de marzo del 2004 y gestionó de manera egoísta, por interés electoral, la información que transmitió a los ciudadanos hasta las elecciones legislativas del 14-M.

El documento, de 290 folios, establece que el Ejecutivo del PP "manipuló y tergiversó los datos que iba recibiendo de la policía" y que acusó a ETA "para tratar de influenciar en la opinión pública" y que no se perjudicasen los intereses electorales del PP si la ciudadanía asociaba la masacre con la guerra de Irak "en la que estuvo implicada España". "En cualquier caso, fue claramente una actitud informativa impropia de un Gobierno en democracia", se precisa.

En ese capítulo, titulado El 11-M y la gestión de la crisis por el Gobierno de la nación: la manipulación informativa , se critica que Aznar no convocase a la comisión delegada del Gobierno para asuntos de crisis ante "el mayor atentado terrorista de la historia de España", que el Ejecutivo no propiciase la unidad de los demócratas y que no informase sobre la autoría de los atentados. Todo ello se demuestra con una "cronología de la manipulación en tiempo real" que se extrae de los testimonios aportados a la comisión en la que se evidencia que el exministro de Interior, Angel Acebes, "calló en sus ruedas de prensa" los indicios y datos que no apuntan a ETA "desde el primer día".

El dictamen también recoge un apartado sobre Infravaloración de la amenaza del terrorismo islamista que hace el Gobierno antes del 11-M. El PP tampoco lo suscribió. Otros puntos recogen las pruebas que existían de esa amenaza en España, el aviso que supuso el atentado de Casablanca y "el aumento del riesgo" que conllevó la guerra de Irak.

VOTO CONSERVADOR El PP votó en contra de todo lo que ponía en cuestión la línea de actuación del Gobierno de Aznar y lo que se refería a la falta de recursos materiales y personales en la etapa anterior al 11-M. Además, rechazó sumarse a la propuesta general de que se apoye la alianza de civilizaciones que defiende José Luis Rodríguez Zapatero.

El resto de los grupos se opuso a la propuesta de los conservadores de que se excluya todo tipo de diálogo político con organizaciones terroristas y que se reformen las leyes para que los delitos de terrorismo no prescriban en ningún caso. También se opusieron a que se agilice la expulsión de los sospechosos de participar en actividades terroristas.

El PP sí se sumó a última hora a las propuestas de apoyo a las víctimas y a las recomendaciones sobre seguridad --entre ellas la propuesta de un pacto contra el terrorismo internacional-- del resto de los grupos en un texto unitario. A cambio, éstos apoyaron 16 propuestas del PP. CiU, ERC, PNV, IU-ICV y el Grupo Mixto anunciaron que presentarán votos particulares para que se discutan en el pleno algunos de sus planteamientos sobre los que no hay acuerdo, como la reprobación de miembros del Gobierno de Aznar.