El jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz, ordenó ayer el envío al Líbano de forma "urgente" de cuatro blindados dotados con inhibidores y de otros tres a lo largo de esta semana, según fuentes de Defensa. Asimismo, un grupo de especialistas del Ejército de Tierra se desplazarán hasta ese país para instalar otros 30 inhibidores en los vehículos que las tropas españolas ya tienen allí.

El ministro de Defensa, Jose Antonio Alonso, salió ayer al paso de las críticas recibidas porque dichos vehículos no dispongan de artefactos para neutralizar las bombas activadas a distancia argumentando que su instalación en blindados es "muy compleja".

En una entrevista en TVE señaló, además, que Defensa ha abierto una investigación para determinar "el problema en el proceso de fabricación" de los inhibidores ya encargados.