Después de una agotadora crisis en el PP de Galicia, el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, tiene que enfrentarse a un nuevo problema sólo una semana antes del congreso regional de su partido: las acusaciones de irregularidades que pesan sobre el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, del PP.

El órgano provincial que dirige Louzán adjudicó contratas millonarias a empresas de personas de su entorno. Es el caso de Construcciones Sisán, que gestiona el compañero de la que fue su secretaria, y de Pavimentos de Meaño, una sociedad creada por el chófer de Louzán, además de Fontefría, del tío del chófer, y Aridos del Curro, que es de un primo del político popular.

Louzán aseguró que no hay irregularidades en esos contratos. Tanto Fraga como el líder del PP, Mariano Rajoy, y Ana Pastor, estaban informados. Fraga justificó el que no se hayan tomado medidas por considerar las acusaciones "injuriosas". El presidente de la Xunta señaló al concejal popular de Pontevedra, José Rivas Fontán, como el autor de las denuncias, y las atribuyó a viejas rencillas entre Rivas Fontán y Louzán.