El exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) --actual embajador de España ante la Santa Sede--, Jorge Dezcallar, aseguró ayer que la masacre del 11-M se produjo cuando ese organismo vivía "un proceso de cambio", algo que "no fue positivo" para su labor. Aun así, dijo que el CNI hizo "lo que tenía que hacer", y no quiso evaluar el trabajo de la comisión hasta que se presenten las conclusiones. Dezcallar abogó por un pacto político que permita emprender medidas para aislar a los integristas de los "600.000 musulmanes" que hay en España, y que son "un caldo de cultivo" para el islamismo radical.