El director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, cree que la amenaza de un atentado terrorista con armas de destrucción masiva "es real", ya que "los extremistas quieren crear el mayor daño posible al mayor número de personas". Mesquida hizo estas consideraciones en la sede de la Dirección General de la Policía, donde ha inaugurado esta mañana el simposio internacional sobre "La amenaza terrorista con explosivos y agentes NRBQ en Europa", un encuentro que pretende mejorar los protocolos de actuación para una óptima cooperación en el escenario europeo.

Cerca de cien expertos de 30 países participan en este encuentro, organizado por la Comisaría General de Información, en el que se pretende consensuar hasta el jueves un decálogo de mejores prácticas en el ámbito de la cooperación especializada, que permita una declaración final de compromisos en esta materia. "En España nos tomamos muy en serio la amenaza con atentados utilizando armamento no convencional", comentó durante la inauguración el responsable de la Policía y la Guardia Civil, quien se refirió a algunas declaraciones de miembros de Al Qaeda sobre la necesidad de adquirir armas de este tipo.

Además, hizo referencia a otros hechos en relación a este asunto, como el que tuvo lugar en 1993 cuando líderes de Al Qaeda mantuvieron negociaciones para adquirir uranio en Sudán, y a las informaciones que sitúan, también en ese año, a dirigentes del grupo islámico en reuniones con científicos nucleares en Pakistán.

En octubre de 1996, además Al Qaeda ya manifestó su voluntad de hacerse con armas no convencionales, y hace algunos años, según Mesquida, el alto representante de la política Exterior de Seguridad Común de la UE señaló que el escenario "más aterrador posible" era la adquisición de armas de destrucción masiva por parte de grupos terroristas. Recientemente, también, según Mesquida, autoridades británicas y alemanas han asegurado que el uso de estas armas y un atentado terrorista nuclear "era sólo cuestión de tiempo".

Para Mesquida, "la amenaza es real" ya que la filosofía de los extremistas es hacer el mayor daño posible al mayor número de personas, como lo han demostrado en los atentados de Estados Unidos, Londres y España. Pero además hay otros factores de "inquietud" para el responsable policial, como las "carreras desenfrenadas" de países, aparentemente sin problemas energéticos, que quieren hacerse con energía nuclear o las más de 500 centrales nucleares que están repartidas por el mundo y que pueden ser objeto de un atentado terrorista.

Mostró su preocupación por la amenaza nuclear, pero también por la bacteriológica, radiológica y química, una preocupación que también le transmitió hace unos días el máximo responsable estadounidense en la lucha contra estos fenómenos. Frente a esta amenaza, las líneas básicas de actuación deben ser, en su opinión, la cooperación internacional, la protección de infraestructuras críticas y el refuerzo de grupos especializados. "La situación no es halagüeña, pero si ponemos en práctica todas estas iniciativas la garantía de éxito es elevada", según Mesquida.