Varios dirigentes del PSOE siguieron ayer criticando con dureza la gestión del Gobierno de coalición catalán y encontrando en las alianzas en que se fundamentó (PSC, Esquerra Republicana e Iniciativa) la razón del pésimo resultado de los socialistas catalanes el pasado domingo. El secretario de organización del PSOE, Marcelino Iglesias, aseguró que el Ejecutivo tripartito no ha sido percibido como un todo y que el PSC tuvo "grandes dificultades para hacer patente su manera de hacer política". Con todo, Iglesias declaró que el PSOE no piensa inmiscuirse en las decisiones de los socialistas catalanes y que estos tienen "mucha historia por delante".

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, afirmó que el tripartito "ha fallado de manera obvia". "Es una lección que deberíamos tener todos presente", agregó. El líder del PSOE en la Comunidad de Madrid, Tomás Gómez, optó por una lectura similar a la de su rival, la popular Esperanza Aguirre, y afirmó que los resultados del PSC demuestran que "nacionalismo y socialismo son incompatibles".

Simultáneamente, en Cataluña, José Montilla cargó con toda la culpa del hundimiento socialista. "Soy el máximo responsable de lo que ha pasado", asumió ayer en una entrevista en la televisión autonómica TV-3. El presidente en funciones de la Generalitat reconoció en público lo que más de un dirigente socialista afirma en privado y es que le ha faltado mano dura con los socios, Esquerra e Iniciativa. "El peor error, seguramente, es que en determinados momentos tenía que haber tomar algunas decisiones para reforzar la cohesión y el liderazgo del Gobierno catalán y haber mejorado la comunicación que hemos tenido sin un conseller portavoz".

Si esta legislatura el tripartito no tuvo portavoz fue porque los republicanos se negaron a que un socialista fuese el encargado de dar cuenta de la acción del Govern. Y el PSC cedió. De todas formas, Montilla no quiso cargar las tintas con sus aún socios y evitó atribuirles la responsabilidad porque, subrayó, "no sería leal y no hay que buscar culpables". No tuvo reparos en afirmar que "personalmente podría haberlo hecho mejor". Preguntado por si uno de los errores que ha cometido fue el de no haber sido más contundente en episodios como el del incendio de Horta de Sant Joan, el presidente en funciones respondió con un lacónico "y seguramente otros".

"TORMENTA PERFECTA" Montilla, tras reconocer los errores propios, repitió algunos de los motivos que considera que también han contribuido al pésimo resultado socialista: "la crisis económica, la desafección provocada por la dura pugna sobre la reforma del sistema de financiación autonómica y la espada de Damocles de la sentencia del Constitucional sobre el Estatut". Es lo que definió como una "tormenta perfecta" que se ha acabado llevando por delante al tripartito y, también, en unos meses, a la actual dirección socialista.