Dos inmigrantes subsaharianos murieron en un cayuco que arribó esta noche a Tenerife y en el que viajaban otros 66 "sin papeles" que se encuentran en aparente buen estado de salud, informaron a Efe fuentes de Cruz Roja.

Uno de los inmigrantes ya llegó muerto cuando los servicios de emergencias acudieron en ayuda de los inmigrantes, mientras que el segundo subsahariano murió en la playa después de que los sanitarios intentaran reanimarle durante una hora. "El cadáver que estaba en el interior de la barca ya tenía rigor mortis, mientras que al otro lo intentamos salvar la vida con maniobras de reanimación, pero al final también murió", explicó a Efe el coordinador del ERIE (Equipo de Respuesta Inmediata de Emergencias) de Cruz Roja, Nicolás Castillo.

Según Castillo, no se puede determinar de momento la causa de la muerte de los dos inmigrantes, que será determinada por el forense que ha acudido al lugar.

El cayuco arribó sobre las 22:30 horas del miércoles a la playa de Archile, en el municipio de San Miguel de Abona, en el sur de Tenerife, sin que, al parecer, fuera detectado previamente. Cuando efectivos de la Guardia Civil y la Cruz Roja llegaron al lugar descubrieron decenas de inmigrantes en la playa, cerca del cayuco en el que habían llegado y en el que había el cadáver de uno de sus ocupantes.

Los efectivos de la Cruz Roja comprobaron, además, que otro de los inmigrantes se encontraba en muy mal estado de salud, por lo que se procedió a estabilizar sus constantes vitales. Después de practicarle maniobras de reanimación durante una hora, el inmigrante también falleció.

Los otros 66 inmigrantes llegados en la misma embarcación se encuentran en un estado de salud "bueno en general", aunque con diversos síntomas debido a la larga travesía que han hecho por mar hasta llegar a Tenerife.

Debido a la dificultad para acceder a la zona de la playa en la que arribó el cayuco, los inmigrantes vivos han tenido que ser sacados en todoterrenos de la Guardia Civil ya que los vehículos de la Policía, que se encarga de su traslado, no podían acceder hasta ellos.