Ha llegado la hora de que Euskadi haga un "plante al Estado", defienda su derecho a decidir y recurra, si fuera preciso, a la "desobediencia". Es lo que defendió ayer la presidenta de Eusko Alkartasuna (EA), Begoña Errazti, que pidió la "unidad" de los nacionalistas, incluida Batasuna, para "tomar decisiones" en caso de que el Estado persista en su negativa de reconocer los derechos del pueblo vasco.

El encendido discurso soberanista de EA calienta los preparativos del debate de política general en el que Juan José Ibarretxe marcará el viernes la hoja de ruta política hasta el final de la legislatura en el 2009. De hecho, Errazti alertó a sus seguidores durante la celebración del Alkartasun Eguna (el día de EA), de que deberán seguir al Gobierno y al Parlamento vascos porque serán estas instituciones las que "cogerán las riendas".

El silencio del PNV sobre las intenciones del lendakari contrasta con los pronunciamientos de los socios del Gobierno, EA y EB, que han prodigado estos días declaraciones a favor de que el Ejecutivo promueva la consulta prevista en el programa común.

La formación presidida por Javier Madrazo anunció el viernes que se daría un año de plazo para ver si es posible lograr un nuevo pacto entre Euskadi y España.

Errazti defendió que sea en esta legislatura, aunque reconoció que los principales "escollos" son el terrorismo de ETA y la necesidad de "acumular fuerzas aberzales". En todo caso, dió un paso más al advertir que si los socialistas impiden el acuerdo, no quedará más alternativa que la desobediencia.

Enfadada porque se intenta presentar como ilegal una "consulta democrática", adoptó una actitud retadora y emplazó al PSOE a que aclare si, en el caso de que Euskadi decida "opinar", activará el artículo 8 de la Constitución --el que encomienda a las Fuerzas Armadas la defensa de la soberanía y la integridad territorial-- y "sacará" los tanques a la calle.