Estados Unidos se planteó imponer sanciones a empresas españolas por invertir en Cuba después del regreso del PSOE al Gobierno en el 2004, y también llevó a cabo gestiones para que el Gobierno panameño no adjudicase las obras de ampliación del Canal al grupo constructor Sacyr Vallehermoso, según consta en unos informes difundidos por Wikileaks.

De acuerdo con estos informes de la embajada de EEUU en Madrid, Washington descartó sancionar a las compañías españolas con intereses en Cuba por la pertenencia de España a la Unión Europea, según ha publicado el diario El País .

Entre las veinticinco firmas susceptibles de recibir sanciones, figuran compañías turísticas como Sol Meliá, Iberostar, Barceló o NH Hoteles, así como empresas de otros sectores, como Altadis o Repsol.

En los documentos filtrados, figuran elogios hacia la postura del Gobierno de José María Aznar hacia Cuba (1996-2004), que, según la versión estadounidense, "hizo mucho para impulsar la democracia, los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba".

MORATORIA EN LAS SANCIONES Tras la llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero en el 2004, la embajada estadounidense se planteó en julio de ese mismo año si era conveniente mantener la moratoria a la imposición de sanciones a las empresas españolas con inversiones en la isla caribeña, pero lo desestimó al considerar que EEUU tenía "poco que ganar y mucho que perder en sus objetivos de política exterior no renovando la moratoria". Sin embargo, se lo volvió a plantear a raíz de los gestos de apertura al diálogo con Cuba del Gobierno, según la información publicada en El País .

OBRAS EN PANAMA Washington también intentó, a través de su embajada en Ciudad de Panamá, que el Gobierno panameño no adjudicase las obras de ampliación del Canal a la constructora española Sacyr Vallehermoso y se lo concediera a la estadounidense Bechtel. Finalmente ganó el concurso la firma española con una oferta de unos 2.350 millones de euros, según los informes publicados por Wikileaks.

La embajada recabó información de la consultora CH2MHill, asesor independiente en el proceso, y concluyó que solo las ofertas de Bechtel y de la también española ACS, que participaba a su vez en el concurso, eran las únicas "creíbles".