Defensa no tiene dinero para librar a los soldados del servicio de cocina. Los planes de los cuarteles generales contemplaban la externalización del servicio alimentario en los centros donde fuera posible, al igual que ha ocurrido con la seguridad. Pero el módulo fijado por soldado y día para alimentación es de 4,81 euros --800 pesetas-- y no permite prescindir de los militares en las tareas de cocina y hostelería en la mayoría de unidades.

Según los datos de la administración militar a los que ha tenido acceso este diario, el servicio de cátering externo dispara el coste por soldado y día hasta 13,22 euros, más del doble del fijado para este año.

La disposición ministerial permite duplicar el módulo medio y llegar a 10,06 euros al día cuando las unidades han de adquirir los suministros en territorios y puertos extranjeros, como es el caso de los 1.300 soldados de la Brigada Plus Ultra, enviada a Irak. Incluso, en esos casos, el módulo fijado es inferior al coste del servicio de comedor externo.

Defensa destina este año 94,8 millones de euros (15.737 millones de las antiguas pesetas) a la alimentación de las Fuerzas Armadas, lo que representa un aumento de 500.000 euros (más de 83 millones de pesetas) sobre el año anterior.