Las fuerzas de seguridad francesas atribuyen a ETA el robo perpetrado ayer de seis impresoras de tarjetas, programas informáticos para el funcionamiento de las mismas, además de 6.000 tarjetas vírgenes y otras con banda magnética en una empresa situada en la localidad de Romans-sur-Isère (cerca de Valence, sureste de Francia).

Según informa Europa Press, tres presuntos terroristas se presentaron el lunes encapuchados en la compañía Impuls-France, amenazaron a uno de sus empleados y le entregaron una lista con el material que pretendían llevarse. Fuentes de la lucha antiterrorista apuntan que se trataba de dos hombres y una mujer que hablaban francés con acento español. Iban armados y se identificaron como miembros de ETA. El Gobierno español da credibilidad a la teoría de la policía gala.