España cedió ayer a Holanda el mando de la operación Atalanta de la Unión Europea contra la piratería en aguas del océano Indico. Y lo hizo después de estar cuatro meses al frente de la misión, que coincidieron con un repunte de la actividad delictiva. El comandante de la fuerza, el capitán de navío Juan Garat, hizo ayer un balance satisfactorio de la misión, que se cierra con 52 piratas detenidos y con la colaboración para el arresto de otra veintena.

El buque Marqués de la Ensenada viajará, junto a la fragata Numancia , de vuelta a España. Les relevará la fragata Canarias , con 210 efectivos, que partió el lunes de Rota.

Garat explicó ayer que en estos momentos la situación en Somalia está "bastante más tranquila" que en abril --cuando España relevó a Grecia--, que fue un momento de "repunte de ataques".