El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, dijo ayer ante 1.200 congregados en la segunda fiesta del partido, en Sant Joan Despí (Barcelona), que Cataluña se juega su futuro en el referendo. Y las opciones son claras: si gana el no, dijo Carod, Cataluña logrará un rango de "entidad política diferenciada" similar al que, aseguró, ha acompañado a Euskadi desde que los vascos no apoyaron mayoritariamente la Constitución. Cataluña estará, cuando negocie con el Estado, al lado de "Euskadi y Navarra", vaticinó, aludiendo a las comunidades de régimen foral, que tienen un sistema de concierto económico que hasta ahora siempre les ha dado más recursos. Si el Estatuto es aprobado, dijo, Cataluña se sentará junto a Ceuta y Melilla.