ETA volvió a hacer acto de presencia en el proceso de paz de Euskadi, y esta vez de forma inesperada por la forma y el contenido del mensaje. Tres encapuchados --dos de ellos armados con fusiles de asalto-- hicieron acto de presencia el sábado en uno de los tradicionales actos que jalonan el calendario del sector más radical de la izquierda aberzale, para leer un comunicado en el que reivindicaban la vigencia de la luchar armada y su "compromiso" de seguir luchando "con las armas en la mano" hasta "la independencia y el socialismo".

El mensaje etarra no trascendió hasta ayer por la mañana cuando apareció publicado en el diario Gara, que, sorprendentemente, no le dio en esta ocasión prioridad informativa, y lo relegó --texto y foto-- a páginas interiores y sin destacar. El escaso relieve informativo y la elección de un acto minoritario --al homenaje al soldado vasco en las campas de Aritxulegi, en el municipio guipuzcoano de Oiartzun, al que asistieron unas 1.500 personas-- contrasta con la singular puesta en escena, en la que por primera vez supuestos miembros de ETA exhibían armas en un acto público celebrado en Euskadi.

La proclama etarra pareció haber pillado a contrapié incluso a la ilegalizada Batasuna, cuyos dirigentes declinaron ayer hacer valoración alguna de una declaración que, en su literalidad, supone el cuestionamiento más contundente del alto el fuego permanente desde que la banda lo anunció el 22 de marzo.

NI PALABRA DE LA TREGUA Precisamente, el escueto mensaje de la banda no hace referencia alguna al estado en que se encuentra la tregua, y se limita a alabar el "ejemplo" dado por sus militantes, incluido el compromiso de "seguir derramando" su sangre por Euskadi. El texto anima a "hacer frente firmemente" a la "opresión" en la que vive el pueblo vasco y confirma la decisión de seguir hasta el logro de la independencia porque, afirma, "la lucha no es el pasado, sino el presente y el futuro".

Uno de los elementos más sorprendentes del comunicado es que los encapuchados hicieran referencia a la continuidad de la lucha armada hasta lograr la independencia y el socialismo, cuando hace ya bastante tiempo que ETA ha justificado el mantenimiento de su actividad terrorista porque se impedía a los vascos el "derecho a decidir".

SEMANAS DECISIVAS Aunque algunos medios conocedores de la situación descartan que esta aparente vuelta de tuerca refleje una incipiente escisión en la banda, sí se admite la existencia de un intenso debate interno en la izquierda aberzale, donde tratarían de ganar terreno los sectores más intransigentes. de ahí el nerviosismo de dirigentes como Arnaldo Otegi, muy comprometidos con el incipiente diálogo, para que sus simpatizantes perciban que la tregua empieza a dar algún fruto.

La interpretación menos pesimista apuntaba que el mensaje trataría, por un lado, de "presionar" a José Luis Rodríguez Zapatero ante la expectativa de una inminente reunión entre el Gobierno y la banda ETA y, por otro, infundir energías a los sectores más beligerantes que denuncian el acoso sobre Batasuna y los presos.

Sí hubo cierta coincidencia en sectores políticos vascos al considerar que los tiempos se pueden estar agotando y que el extraño documento difundido ayer constituye una inquietante señal de alerta. La estimación general apunta a que las próximas semanas podrían ser decisivas para clarificar la continuidad del alto el fuego de los terroristas. En este sentido, se espera la información que el Gobierno se ha comprometido a trasladar este mes al Parlamento español.