ETA intentó sin éxito llevar el terror a la fiesta de San Fermín. La policía desactivó ayer una bomba que la banda había colocado 24 horas antes en el hotel Maisonnave de Pamplona. Gracias a un fallo en el mecanismo de detonación, la bomba, que contenía cuatro kilos de explosivo, no explotó a su hora el sábado. Como los artificieros tampoco la encontraron, la policía consideró que se trataba de una falsa alarma. Pero ayer, ETA insistió en que había colocado un artefacto en el hotel, y una nueva revisión policial dio con él.

El primer aviso se produjo el sábado. El jefe de recepción del hotel, Juan Luis Barber, explicó que, hacia las 11,30 horas, el establecimiento recibió una llamada telefónica. Un sujeto que dijo hablar en nombre de ETA anunció, a través de una voz grabada y distorsionada, la existencia del artefacto "por no pagar el impuesto revolucionario" y avisó de que explotaría en media hora.

El hotel, situado en pleno caso viejo de la capital navarra y centro neurálgico de cita de los socialistas de Pamplona durante estos días festivos de San Fermín, fue desalojado hasta las 20,35 horas, cuando se levantó el dispositivo policial. Los agentes, no obstante, no localizaron la bomba.

EN EL BAÑO DE SEÑORAS

Una nueva llamada a las 12,24 horas de ayer precisó que el artefacto se encontraba en el contenedor de compresas del baño de señoras. Los directivos del hotel hicieron entonces una primera inspección del lugar y comprobaron que los servicios de limpieza ya habían vaciado los recipientes. Una empleada de la limpieza confirmó que uno de los contenedores que había retirado de los servicios el día anterior pesaba "mucho más" de lo habitual. La empleada llevó el contenedor al sótano del inmueble, donde se almacena este tipo de material.

Los artificieros comprobaron que, efectivamente, el artefacto estaba colocado en los bajos del contenedor y procedieron a su desactivación en una operación que duró cerca de tres horas, tiempo en el que el hotel estuvo nuevamente desalojado. Durante la desactivación de la bomba, se avisó de la misma por megafonía también a los vecinos de las viviendas colindantes, como medida de precaución.

La delegación del Gobierno confirmó que ambas llamadas se realizaron desde una cabina telefónica situada en la localidad navarra de Estella.

El secretario general de UPN, Alberto Catalán, calificó ayer de "desprecio al pueblo navarro" la colocación del artefacto explosivo "en plenos Sanfermines". Catalán instó también, a través de un comunicado, a todos los ciudadanos a que rechacen el comportamiento de los terroristas.