Cincuenta kilos de explosivo. Esa era la cantidad que los etarras Gotzon Aranburu Sudupe y José María Etxeberria Garaikoetxea trasladaban a Madrid para perpetrar un atentado en días próximos. Fuentes policiales consultadas dijeron que la bomba ya venía dispuesta en el maletero del Ford Escort robado en Francia hace un mes.

Expertos policiales consultados señalaron que muy probablemente se disponían a cometer un gran atentado mañana, jueves, coincidiendo con la comparecencia ante el juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, de los 22 miembros de la mesa nacional de Batasuna no aforados. El delegado del Gobierno, Francisco Javier Ansuátegui, dijo, en cambio, que iban a atentar hoy mismo.

En todo caso, los terroristas sólo tenían que estacionar el vehículo y accionar el reloj temporizador para provocar la masacre que desde hace tiempo se viene temiendo en la capital.

PALABRAS DE AZNAR

Desde Washington, el presidente del Gobierno, José María Aznar, no dudó en destacar la "extraordinaria" actuación de la Benemérita que "ha logrado abortar la caravana de la muerte". Aznar expresó su más profundo pesar por el guardia civil asesinado por uno de los terroristas y destacó que "con su ejemplo y valor ha conseguido impedir muchísimos daños y víctimas que podían haber producido los criminales terroristas en Madrid".

La banda terrorista ya intentó teñir de sangre la Navidad en Madrid en 1999. En aquella ocasión fue también la Guardia Civil la que desbarató sus planes al interceptar el 20 de diciembre cerca de Calatayud (Zaragoza) la llamada caravana de la muerte , compuesta por dos furgonetas cargadas de explosivo y un coche lanzadera que circulaba delante. Entonces no hubo que lamentar muertos ni heridos. Ayer, el agente de 30 años Antonio Molina Martín recibió varios disparos cuando saludaba a los ocupantes del coche antes de pedirles la documentación.

La capilla ardiente quedó instalada a última hora de ayer en la casa cuartel de la Guardia Civil de Villalba (Madrid).

EL COCHE DE SANTANDER

Fuentes de la lucha antiterrorista aseguraron que Aramburu y Etxeberría fueron los encargados de colocar el coche bomba que estalló el día 3 en Santander. Según estas fuentes, cabe deducir que formaban un comando itinerante sin infraestructura en Madrid.

La última desarticulación de un grupo etarra en Madrid se produjo el 14 de mayo pasado cuando la Guardia Civil detuvo a los miembros del comando Txirrita Miquel San Argimiro y Manuel Miner cuando iban a realizar una campaña de atentados.