El diputado del PP y patrono de la Fundación Faes Gabriel Elorriaga cree que la reforma del sistema de financiación autonómica es una forma de pagar "la factura del Tinell". En un artículo de la revista Papeles de Faes, afirma que en ese "Acuerdo para un Gobierno catalanista y de izquierdas en la Generalitat de Cataluña", firmado por el tripartito en diciembre de 2003, está contenida la agenda que ha guiado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para aprobar el nuevo Estatuto catalán y configurar el modelo de financiación aplicable a todas las comunidades.

El que fuera secretario de Estado de Organización Territorial en el Gobierno del PP defiende que el acuerdo firmado el pasado 15 de julio en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para reformar la financiación autonómica no es fruto de la casualidad, ni responde a un coyuntural equilibrio parlamentario. Precisa que Rodríguez Zapatero salió victorioso del 35 congreso del PSOE con nueve votos de ventaja sobre su "gran adversario", José Bono, "gracias a la inestimable ayuda del PSC". A partir de entonces, añade, comenzó a cambiar la posición que había venido manteniendo el PSOE desde el inicio de la Transición democrática, lo que se acentuó cuando Zapatero llegó "inesperadamente" al Gobierno en 2004.

A su juicio, Zapatero hizo saltar por los aires el modelo político que había permitido definir el Estado de las autonomías a lo largo de más de dos décadas sobre la base de los sucesivos acuerdos entre las grandes fuerzas españolas, el PSOE y el PP. Elorriaga cree que la "doctrina impuesta" por el presidente del Gobierno ha impedido un debate nacional sobre el modelo territorial y ha favorecido discusiones diversas surgidas de la particularidad de cada uno de los territorios. Tras constatar que en las sucesivas elecciones se ha afianzado un "sólido bipartidismo" que "parece encomendar" a esos partidos la definición del modelo de España, rechaza el debate sobre las balanzas fiscales y defiende el efecto redistributivo de los ingresos y del gasto público.

Dice que los firmantes del Pacto del Tinell consideran un objetivo central de su Gobierno el avanzar progresivamente en la reducción del déficit fiscal de Cataluña con el Estado. Opina que ellos desean que los impuestos suban y que el gasto sea más redistributivo que en la actualidad, aunque, agrega, "lo que ocurre es que consideran que estos efectos se deben dar exclusivamente entre quienes forman parte de su comunidad política".

Para Elorriaga, la discusión debería centrarse en la mejor manera de articular la estructura impositiva y los patrones de gasto, pero no en modificar el sistema de financiación autonómica para mitigar o neutralizar la actividad redistributiva del Estado. En ese debate, señala, las diferencias ideológicas existen, pero si se discute de las bases de articulación del Estado, "sólo el acuerdo entre las dos grandes fuerzas políticas tiene la fuerza legitimadora suficiente para transformarlas".

Respecto al nuevo modelo de financiación autonómica, Elorriaga indica que "lo menos relevante" son las cifras, los saldos financieros entre las autonomías. Precisa que el monto adicional millonario no va asociado a nuevas transferencias, como en ocasiones anteriores, sino que servirá para financiar "exactamente los mismos servicios públicos". Aclara que "lo verdaderamente esencial es el fundamento político que ha impulsado la reforma, la aceptación de la existencia de una nación catalana distinta de la española y, consecuencia de lo anterior, el procedimiento bilateral que ha actuado como motor de la misma", lo que arroja por la borda tres décadas de consenso sucesivos para articular el Estado de las autonomías.

"Que el socialismo en su conjunto lo avale, tan solo quiere decir que ha perdido completamente su sentido de Estado", concluye.