Impulso a las infraestructuras, austeridad y cooperación fueron los ejes del discurso que el líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, pronunció ayer en la primera sesión del debate de investidura como presidente de la Xunta, en el invocó a Dios para pedir la confianza de la Cámara.

Feijóo anunció que evitaría "derribar" lo que hizo bien el bipartito y se comprometió a "no restaurar ningún pasado". Sin embargo, anunció que derogaría el decreto que regula el uso de la lengua gallega en la enseñanza y que revisaría el último concurso eólico, dos de las acciones políticas más emblemáticas del anterior Gobierno.

Además, avanzó su intención de recuperar algún proyecto de la etapa de Manuel Fraga, como el plan Galicia, que aprobó el Ejecutivo de Aznar para paliar las consecuencias del Prestige .