Cayó el que faltaba. El juez Baltasar Garzón ordenó ayer la detención de Pernando Barrena, el único dirigente de Batasuna que quedaba en libertad, y la de sus compañeros Patxi Urrutia y Unai Fano. Este último no fue arrestado porque huyó antes de su domicilio. El magistrado les acusa de seguir actuando en nombre de Batasuna pese a la ilegalización del partido y las detenciones de sus compañeros.

En concreto, las órdenes de arresto responden a su intervención, el sábado, en un acto en Pamplona, en el que se habló de las negociaciones entre la izquierda aberzale, el PNV y el PSE, conocidas como las conversaciones de Loiola. Los 300 asistentes pudieron hacerle preguntas, como qué ocurriría en un referendo sobre la independencia de Euskadi si Navarra votara en contra. Los dirigentes aberzales no se presentaron como dirigentes de Batasuna, ni ningún símbolo o cartel lo afirmaba. Como ocurre en toda comparecencia pública desde hace años, se evitó rigurosamente cualquier detalle que pudiera ligarles directamente con las formaciones ilegalizadas. La única diferencia con otros actos fue el tema abordado: el proceso de paz. Barrena desveló parte del contenido de las negociaciones, incluso con frases literales. De hecho, el miembro de la formación Josetxo Ibazeta vinculó la operación al "miedo del PSOE" a futuras revelaciones.

EL PERFIL Barrena ha sido la cara visible del partido aberzale desde que en otoño fuera detenida toda su cúpula y él sorprendentemente se salvara. Ha sido dirigente del partido desde 1998, acompañando a Arnaldo Otegi en multitud de ruedas de prensa. De hecho, se encontraba en libertad bajo fianza de 200.000 euros por protagonizar una huelga ilegal. Además, Garzón le advirtió el pasado verano que actuaría contra él si Batasuna celebraba una marcha. Por eso, el acto del sábado supone una reiteración del delito de integración en banda armada del que estaba imputado. Según algunas fuentes, la policía halló en su casa de Berriozar (Navarra) una fotografía enmarcada con el anagrama de ETA.

El otro detenido de ayer, Urrutia, es un veterano independentista y cayó en octubre, aunque que fue puesto en libertad bajo fianza por motivos de salud. El huido, por su parte, fue colaborador de la comisión creada por Batasuna para abordar la creación de una mesa de partidos.

LAS ILEGALIZACIONES Garzón tomó declaración ayer a los representantes de EHAK, después de que la fiscalía le hubiera pedido la suspensión de actividades de este partido y las de ANV, al entender que ambas fuerzas pertenecen al entramado ETA-Batasuna. La abogada de EHAK, Jone Goirizelaia, defendió la continuidad de la organización con el argumento de que la mayoría de los informes en los que se basa la fiscalía datan del 2005, año en el que no se ilegalizó el partido.

Goirizelaia también consideró "fraude de ley" que Garzón esté analizando la posible suspensión al mismo tiempo que el Supremo, y dijo que la Audiencia no es competente para actuar contra los diputados de EHAK por ser aforados. El juez oirá hoy a ANV y es probable que a finales de semana acuerde la suspensión de ambos.