El juez Baltasar Garzón ha procesado al ex dirigente de ETA Jurdan Martitegi, al jefe del "comando Vizcaya" Arkaitz Goikoetxea y al presunto terrorista Aitor Artetxe por el atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en Durango (Vizcaya) en agosto de 2007, en el que resultaron heridos dos agentes.

Así lo ha acordado hoy el magistrado de la Audiencia Nacional en un auto en el que acusa a los procesados de un delito de estragos terroristas, dos de tentativa de asesinato, uno de robo con fuerza de un vehículo de motor con falsificación de placas y otro de depósito de explosivos. Además, les impone una fianza conjunta de 1,5 millones de euros para asegurar el pago de las responsabilidades civiles que se deriven, ya que los desperfectos causados por el atentado ascienden a un total de 1.551.170 euros.

Para llevar a cabo el atentado, según relata el juez, los tres procesados, que cumplían órdenes del ex jefe militar de ETA Garikoitz Aspiazu, "Txeroki", sustrajeron una furgoneta (una Citroën C-15) de un aparcamiento en Mungia (Vizcaya) el 23 de agosto de 2007.

"Una vez cargados los explosivos en el interior de un olla metálica situada en la parte trasera de la furgoneta", Martitegi y Goikoetxea se desplazaron en este vehículo hasta las inmediaciones del acuartelamiento de la Guardia Civil, acompañados por Artetxe en un coche que hacía las funciones de "lanzadera".

Sobre las 03:30 horas de ese día, añade el auto, los acusados situaron la furgoneta-bomba junto a la fachada principal del cuartel orientada hacia la puerta de acceso a los garajes, "con el fin de causar los mayores daños posibles y conseguir el efecto de 'explosión dirigida'", tras lo que huyeron en el coche en el que Artetxe les esperaba y a los poco minutos se produjo la explosión, que causó heridas a dos agentes que aún están en rehabilitación.

El coche en el que se escaparon los terroristas tenía matrícula portuguesa y había sido alquilado en mayo de 2007 por Goikoetxea y Martitegi en Lisboa, dónde se habían desplazado con intención de establecer una base logística permanente de ETA cumpliendo instrucciones de "Txeroki".

Tras estacionar este vehículo -en el que se hallaron perfiles genéticos de Martitegi y Goikoetxea- en un aparcamiento de Amorebieta (Vizcaya), los tres procesados lo destruyeron mediante la colocación de un artefacto explosivo con temporizador. Garzón ha citado a los tres acusados el próximo 8 de febrero para comunicarles su procesamiento.