"Mezclar deporte y política hace un flaco favor al deporte y a la política". El Gobierno dirigió ayer este aviso a la Generalitat de Cataluña tras las palabras de su secretaria general de Deportes, Anna Pruna, que el jueves consideró un "acto de soberanía" la celebración de un amistoso de fútbol entre la selección catalana y la de EEUU, al que se opone la federación española.

La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega intentó frenar la politización de una polémica hasta ahora circunscrita al ámbito deportivo. La federación española ha vetado el partido, previsto para el 14 de octubre, invocando un acuerdo según el cual las federaciones territoriales se comprometen a jugar solo en fechas navideñas y sin coincidir con encuentros de la selección española. El equipo de Luis Aragonés tiene partido el 13 de octubre.

La Federación Española de Fútbol recibió ayer una carta de su homóloga de Estados Unidos en la que instaba a autorizar el encuentro.