El Gobierno acordó ayer cerrar filas con la ministra de Fomento para salvarla de la reprobación que el Congreso vota hoy. La primera, por cierto, que afecta a un ministro de José Luis Rodríguez Zapatero. En una réplica del pleno del 16 de noviembre en el Parlamento catalán, que con la oposición del PSC exigió el cese de la titular de Fomento por el caos de Cercanías en Cataluña, la Cámara baja debate hoy una moción de IU-ICV que reprueba a Alvarez por su gestión en Cataluña. El Ejecutivo ha instado a sus ministros a que vayan al pleno, pero fuentes socialistas reconocían anoche que el resultado de la votación era aún incierto.

El propio presidente intentará asistir al pleno para solidarizarse con Alvarez y evitar que salga reprobada. También lo harán varios ministros que son diputados, salvo Miguel Angel Moratinos (Asuntos Exteriores), de viaje por EEUU. Pero los números cantan y, como quiera que el prietas las filas dictado desde la Moncloa no basta para conjurar la reprobación, el PSOE abrió ayer contactos con varios grupos minoritarios para recabar apoyos.

Solo dos diputados tránsfugas, Joaquín Calomarde (procedente del PP) y Román Rodríguez (elegido en las listas de CC) garantizaron su respaldo a Alvarez, pero el PSOE confiaba en sumar a los dos parlamentarios del BNG. Si, salvo Moratinos, no falta ningún diputado socialista y asiste José Antonio Labordeta --duda ayer--, el frente pro-Alvarez tendría 168 votos. En el frente anti-Alvarez --PP, CiU, Esquerra e IU- ICV-- sumaban anoche 167 votos. Los dos diputados de CC podrían elevar la cifra a 169.

Este empate técnico solo se puede romper por dos factores: o ausencias imprevistas o el voto de los siete diputados del PNV.