José Luis Rodríguez Zapatero ha asumido como una prioridad política de su Gobierno el relanzamiento de las infraestructuras de Cataluña. Así lo evidenció el pasado lunes en una cumbre secreta celebrada en la Moncloa ante cinco de sus ministros --entre ellos José Montilla, que aún compaginaba la cartera de Industria con su condición de candidato socialista a la Generalitat--, dos consejeros de la Generalitat catalana y otros dos representantes del PSC. La cita acabó con el compromiso del presidente de atender las demandas de Cataluña en materia de obras públicas, según fuentes oficiales y algunos de los presentes.

Convocados por Zapatero a instancias de Montilla, 12 negociadores del Gobierno, la Generalitat y el PSC se reunieron el pasado lunes en el palacio de la Moncloa para negociar la inversión del Estado en Cataluña que figurará en los presupuestos del Estado del 2007. Y, también, la futura participación de la Generalitat en la gestión de El Prat.

La reunión, de más de dos horas de duración, supuso el inicio formal de las negociaciones entre el Gobierno y el PSC para garantizar, en vísperas de las elecciones catalanas, el cumplimiento inmediato del Estatuto respecto a la inversión del Estado y el desbloqueo del traspaso del aeropuerto, que quedó excluido de la Carta catalana por diferencias con las fuerzas nacionalistas.

CONSORCIO MIXTO Zapatero avaló la propuesta de que el PSOE tome la delantera a CiU, ERC e ICV y proponga la constitución de un consorcio mixto Estado-Generalitat que comparta la gestión de El Prat.

El otro gran asunto fue el de los presupuestos del 2007. Zapatero, según los asistentes, ratificó su compromiso de que, en cumplimiento del Estatuto, la inversión del Estado en Cataluña en materia de infraestructuras equivaldrá el próximo año, y durante siete ejercicios, a la participación catalana en el PIB español: el 18,8% en el 2007.