El Gobierno ha decidido retrasar la aprobación de la ley de la Defensa nacional, que había anunciado para final de año con el fin de pactar el anteproyecto con el PP, según explicó ayer el ministro de Defensa, José Bono, en el avión de regreso de la visita navideña que realizó a las tropas destacadas en los Balcanes.

Bono dijo que en el Consejo de Ministros del viernes realizará un informe sobre el proyecto de ley, pero pedirá que no se apruebe ni envíe al Parlamento porque quiere "consultarlo" antes con el PP. El anteproyecto fue remitido hace dos semanas al presidente del PP, Mariano Rajoy, para que realice sus aportaciones, según confirmaron fuentes del Gobierno y del PP.

GUERRAS ILEGALES Mientras tanto, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero firmará la directiva de Defensa nacional a finales de esta semana. Se trata de un documento genérico en el que se inspira la política de Defensa del nuevo Gobierno. El texto garantizará que los soldados españoles no saldrán más al exterior si no es con respeto a la legalidad internacional, concretada en resoluciones de la ONU y de los organismos internacionales de los que España forma parte, básicamente la OTAN y la UE.

La directiva también sentará el principio de "participación" del Parlamento en las decisiones de enviar tropas al extranjero. Aunque el papel del Congreso quedará fijado en la nueva ley de Defensa nacional que el Gobierno quiere pactar con el PP, Bono explicó que la decisión del Parlamento será preceptiva "salvo en los casos de legítima defensa del territorio o de algún territorio aliado que, por su inmediatez, nos obligue a tomar la decisión sin consulta previa".

El ministro aseguró que los casos en los que el Gobierno no consulte al Parlamento para acometer una acción militar serán fijados en la nueva ley de Defensa nacional y deberán ser admitidos o rechazados por el propio Parlamento.

El Gobierno decidirá el viernes prorrogar por seis meses las misiones de paz en Afganistán, Bosnia, Kosovo y Haití, con una participación de 2.600 soldados. La misión en Haití está siendo dura, porque los países aliados sólo han aportado 4.000 de los 7.500 soldados previstos.