El Gobierno vasco no cuestiona el protagonismo del Ejecutivo central ni el del PSOE en el proceso abierto tras el anuncio de alto el fuego permanente realizado por ETA. Sin embargo, reivindica un papel destacado para las instituciones y fuerzas políticas vascas en los pasos que se deban dar en adelante.

La portavoz del Ejecutivo de Vitoria, Miren Azkarate (PNV), recordó ayer la sintonía existente entre los Gobiernos central y vasco cuando ambos exigían el cese de toda manifestación de violencia como requisito previo para abordar en una mesa el futuro político de Euskadi. El Ejecutivo vasco cree ahora que esa sintonía debe tener continuidad y espera que la próxima reunión entre el lendakari, Juan José Ibarretxe, y el presidente del Gobierno permita despejar cualquier malentendido sobre esta cuestión.

De hecho, Azkarate aprovechó su presencia en un acto de homenaje al primer lendakari del Gobierno vasco, José Antonio Aguirre (entre 1936 y 1960), para negar que Juan José Ibarretxe se precipitara el pasado viernes cuando anunció en el Parlamento que, "tras el verano", se podría pensar ya en reunir a los partidos para negociar el futuro del autogobierno.

"Lo único que ha hecho el lendakari es hablar de los primeros contactos", justificó Azkarate como respuesta al enfado de los socialistas vascos. Estos vienen criticando desde el viernes "las prisas" de Ibarretxe, porque ya el mismo día en que ETA anunció el alto el fuego se apresuró a plantear a las fuerzas políticas el inicio de una "fase preliminar de diálogo" en la que se debía acordar el calendario, el método y los contenidos de esa futura mesa de partidos.

EL CASO CATALAN La portavoz defendió la intervención del lendakari y puso como ejemplo que en el debate político sobre el Estatuto de Cataluña "ha participado" la Generalitat catalana además de los partidos. Subrayó que el tripartito (PNV, EA, EB) que preside Ibarretxe está "convencido" de que "todas" las instituciones y "todos" los partidos, incluido Batasuna, son básicos para lograr la paz y un acuerdo sobre los términos del nuevo pacto "entre Euskadi y España".

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, también salió ayer en defensa de Ibarretxe al afirmar que éste debe desempeñar un papel "central" en el proceso de paz. Imaz recordó que el lendakari representa a la ciudadanía vasca y que "no debe estar en absoluto desplazado".

El líder peneuvista recogía así la preocupación que ya se ha detectado en algunos sectores de su partido ante la posibilidad de que, a diferencia de lo ocurrido en 1998 durante el intento de enfocar el fin de la violencia, el nacionalismo vasco y las instituciones se vean ahora marginadas. En este sentido, reclamó que las fuerzas políticas tienen que ponerse de acuerdo sobre "el papel que le corresponde a cada uno". También coincidieron Imaz y Azkarate al resaltar la necesidad de que el PP se sume a lo que se prevé como el final dialogado de la violencia.

"VERIFICAR" EL ALTO EL FUEGO Al referirse a las consecuencias del alto el fuego, Imaz reivindicó para el Departamento de Interior vasco la labor de "verificar" que se cumple lo anunciado por la banda terrorista. El presidente peneuvista recordó que "las competencias de seguridad plenas están en manos de las instituciones vascas".