El presidente del tribunal que juzga el 11-M, Javier Gómez Bermúdez, ordenó hoy la expulsión de la sala del ex confidente de la Guardia Civil Rafa Zouhier, después de que éste intentara levantarse y gritar varias veces desde el interior del habitáculo en el que se encuentran los acusados.

La expulsión de Zouhier, para quien la Fiscalía pide 20 años de prisión por ser supuesto mediador entre los autores del 11-M y los miembros de la llamada "trama asturiana" que les facilitó los explosivos, tuvo lugar mientras prestaba declaración ante el tribunal su ex novia.

Durante esta declaración, Zouhier no paró de gesticular y alzar las manos, e incluso levantó la voz cuando escuchó algunas declaraciones de su ex novia, quien entre otras cosas dijo que "yo nunca confié en él", y confirmó que el acusado le contó que se hizo una herida en la mano porque "le había explotado un móvil". Esta testigo señalo que Zouhier es "una persona violenta" y que muchas veces "ponía verdes a los judíos y los americanos".