El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska decidió anoche decretar libertad bajo fianza de 30.000 euros para el miembro de la Ejecutiva del PNV Gorka Agirre, en línea con la petición del fiscal. El magistrado adoptó esta decisión después de que Agirre prestara declaración desde las cuatro de la tarde, en el Palacio de Justicia de Bilbao, como imputado en la operación contra la red de extorsión de ETA. Grande-Marlaska se desplazó a primera hora de la tarde a la capital vizcaína al no poder trasladarse Agirre a la Audiencia Nacional, convaleciente de una intervención quirúrgica.

Cuatro horas de declaración en el Palacio de Justicia de Bilbao del responsable de Relaciones Externas del PNV ante el juez Grande Marlaska, que le imputa supuesta intermediación en el cobro a empresarios del llamado impuesto revolucionario , terminaron con un auto que determina su libertad bajo fianza de 30.000 euros y prohibición de abandonar territorio nacional. Tras la declaración, el juez escuchó los informes del fiscal y de la defensa del imputado. El informe del fiscal pedía precisamente una fianza de 30.000 euros y la prohibición de abandonar territorio nacional.

MANIFESTACION DE APOYO Varios miembros del PNV acompañaron a Agirre desde la sede del partido en Bilbao hasta el Palacio de Justicia de la ciudad, donde debía declarar ante Marlaska. Entre otros miembros de la Ejecutiva estaba el presidente, Josu Jon Imaz. Detrás de ellos, un numeroso grupo de simpatizantes que les esperaban a la salida de la sede del partido nacionalista y que les flanquearon en su camino al Palacio de Justicia portando pancartas en las que se podía leer "Juicios políticos no. Todos somos Agirre", y pegatinas con el lema ´Marlaska kanpora´ (Fuera Marlaska). La concentración estaba convocada por una plataforma de apoyo al miembro de EBB, que elaboró un comunicado en el que pedía que se retiraban las imputaciones y que hacían suyas las "actuaciones" por la paz.

"Nos duele ver a Gorka Agirre, una persona con un acreditado y limpio perfil conocido en Euskadi, tratado como un vulgar delincuente, siendo sometido a vigilancias, a filtraciones interesadas de partes de un sumario secreto... ¡Qué sarcasmo que quien ha aparecido en listas de ETA, a quien ETA ha amenazado, que ha visto a varios de sus amigos asesinados por ETA, se vea ahora acusado de participar en el cobro del ´impuesto revolucionario´!", decía el documento. A su juicio, "la trayectoria política de Gorka Agirre siempre ha estado guiada por dos principios: su compromiso con su pueblo, Euskadi, y el rechazo radical a la violencia". Según subrayaron, lo que queda "claro", y por ello "ponen la mano en el fuego por Gorka, es que todas las gestiones, reuniones o encuentros que haya podido mantener con personas cercanas a ETA, siempre a instancias de amenazados o con el objetivo de acabar con la violencia en Euskadi, las ha realizado con el único objetivo de buscar la paz".

Entre los manifestantes estaba el ex presidente del EBB del PNV, Xavier Arzalluz, que declaró ayer como testigo en el caso. En su opinión, el magistrado se ha tomado "muchas molestias" al viajar a la capital vizcaína, algo que ha hecho "probablemente para redondear el tema de las diligencias que está instruyendo". Sin embargo, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, denunció "circunstancias extrañas" en la causa como que "se filtren a la prensa nombres y conversaciones bajo secreto sumarial". En declaraciones a RNE, se mostró sorprendido de que el juez se desplace a Bilbao para tomar declaración al dirigente peneuvista y lo achacó a su afán de "estrellato". "La sustitución del juez Garzón es hasta el viernes y no quiere que se le escape de las manos este estrellato", denunció.