Juan José Ibarretxe defendió ayer la necesidad de condenar las torturas, pero también los atentados de ETA, y hacerlo "sin complejos". El lendakari subrayó ante los cargos del partido en Alava que si es "legítimo" denunciar el recorte de libertades y los malos tratos a detenidos, es "absolutamente necesario" condenar sin paliativos a la organización terrorista.

En un mensaje dirigido a los seguidores de Batasuna, Ibarretxe advirtió de que el PNV no aceptará los requerimientos que de modo constante efectúan los dirigentes de la formación suspendida para responder a los "ataques del Estado" con un plante y hacer "borrón y cuenta nueva". Enfatizó que todo lo que se haga a partir de ahora tendrá que ser sobre la base de lo existente. "Sí rotundo", dijo, a las instituciones vascas actuales, pero "sí rotundo también a que la relación de los vascos con los demás pueda ser modificada", añadió el lendakari.

Ibarretxe proclamó en Salvatierra (Alava) su apuesta por el diálogo mientras, en Vitoria, el presidente de honor del PP vasco, Jaime Mayor Oreja, le acusó de estar en la "segunda vuelta" del pacto de Estella.

PREOCUPACION DE MAYOR

Además Mayor Oreja expresó su "profunda preocupación" por el "distanciamiento" que ha adoptado el PSE respecto al Partido Popular y le acusó de estar colocándose "en una nueva equidistancia, entre ETA y la guerra, entre ETA y (George) Bush".

Por otra parte, el consejero jefe de la Generalitat catalana, Artur Mas, dijo ayer que el socialista Pasqual Maragall se equivocó "rotundamente" al decir que cree al director del diario Egunkaria , Martxelo Otamendi, cuando éste afirma que fue torturado, y al mismo tiempo le critica que "se arrodille y agache la cabeza" ante el Partido Socialista. Mas añadió en otro momento que no se pueden hacer esas declaraciones "si no se tienen pruebas evidentes de ello".