Actuar con determinación y sin temor al fracaso. Con esta disposición de ánimo debe abordar su tarea política todo soberanista que se precie, así en Euskadi como en Cataluña, en Escocia como en Flandes. Esto es lo que el presidente del Gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, predicó ayer en Barcelona ante unos 700 enfervorecidos soberanistas catalanes que habían ido a escuchar precisamente eso mismo y que lo celebraron con ovaciones.

Invitado por tres grupos independentistas, Ibarretxe no defraudó a sus anfitriones. El lendakari desgranó la hoja de ruta de su propuesta, que vio la luz en septiembre y que ya ha sido rechazada por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. El jefe del Ejecutivo vasco insistió en la incongruencia que, a su juicio, supone el hecho de que Zapatero haya negociado con ETA pero vete el diálogo con el Gobierno vasco. En este sentido, Ibarretxe exigió al líder del PSOE que acepte negociar y le advirtió de que no aceptará que dé "un nuevo portazo" político a la oferta de diálogo de las instituciones vascas.

Y reiteró que, pase lo que pase, nadie podrá impedir que el pueblo vasco sea llamado a una consulta sin efectos jurídicos para que mande parar a ETA y diga si quiere que los partidos vascos abran una negociación sin vetos ni exclusiones en pos de una solución al conflicto. Y avisó de que si el Gobierno español no acepta ni el diálogo ni su "mano tendida", el Ejecutivo vasco no tirará la toalla.

SIN MIEDO AL FRACASO "Yo no le tengo miedo al fracaso", proclamó el mandatario vasco. "Aquel que teme al fracaso, acaba fracasando. Y los que auguran el fracaso de mi propuesta de solución del conflicto político vasco lo que desean en realidad es que no salga adelante". El enquistamiento de un conflicto a lo largo del tiempo, agregó Ibarretxe apoyándose en una reflexión de Nelson Mandela, estrecha y abotarga las mentes hasta hacer creer que no hay solución. "¡Cómo que no! ¡Por supuesto que hay salida!", clamó.