Si hay algo de lo que no se puede tachar a Ana Botella es de falta de coherencia. Un vistazo a la biografía de la mujer de José María Aznar deja bien claro que sus pasos en la vida nunca han desmentido sus principios morales más arraigados. Ana Botella Serrano nació en Madrid en julio de 1953. Primogénita de 13 hermanos, recibió educación católica en casa y en el colegio. Estudió Derecho y conoció a su único novio y después marido al terminar la carrera. Preparó oposiciones y las sacó a la primera. Esperó a su primer sueldo para fijar la fecha de la boda. Se casó de blanco, de largo y por la Iglesia y al año tuvo su primer hijo. De libro.

Esposa de su marido y madre de sus hijos, aunque ejerció la profesión de técnico de la Administración Civil en diversas etapas de su vida, siempre condicionó su trabajo al de su esposo. A base de pedir excedencias, le siguió de Madrid a Logroño, de allí a Madrid, a Valladolid, y otra vez a la capital. Sin embargo, no se siente "mujer florero", sino que se ve "muy últil al lado de una persona que tiene una gran responsabilidad".

FAMILIA TRADICIONAL

"Soy tradicional; soy conservadora. Y creo que la base de la sociedad es la familia". Con esta sentencia tan firme, no es de extrañar que sea igual de clara al rechazar la equiparación de derechos de los homosexuales: "La familia formada por hombre y mujer se ha demostrado que es la mejor para la formación y crecimiento de un niño. Sentirse diferentes, a los niños, les hace sufrir; y más si tienen por padres a dos hombres o a dos mujeres. No soy partidaria de la adopción de niños por gaysy lesbianas".

Aunque milita en el PP desde 1979 (antes Alianza Popular), nunca ha figurado en una candidatura, hasta ahora. Su participación en actos del partido --más allá de acudir a casi todos como acompañante de Aznar-- comenzó con un mitin en la sede del PP en Vicálvaro (Madrid) en enero de 1993. En la campaña electoral para las generales de ese año --cuando el PP quedó a un ¡ay! de ganar-- participó en varios actos del partido.

Sus primeros pinitos como opinadora los hizo en Tele 5, en 1993, con comentarios semanales sobre la actualidad. Pero es al llegar al palacio de la Moncloa cuando se destapa su mayor interés por implicarse en la cosa política. Y hasta en eso es tradicional. La mujer del presidente se ha fabricado un perfil social a base de agendas paralelas a las de su marido en todos los viajes al exterior, donde ha visitado hospitales, geriátricos, orfanatos y demás centros de beneficencia. En España, también se ha ocupado de estos sectores, siempre a través de su apoyo incondicional a diversas ONG confesionales, especialmente Mensajeros de la Paz, del padre Angel. Para ella, esa actividad ha sido "una forma distinta de trabajar". "He tenido la suerte de conocer de forma privilegiada los problemas de la sociedad, de los más débiles, de los desprotegidos, de las mujeres o de los jóvenes".

Al margen de esa actividad, Ana Botella nunca ha perdido ocasión de aprovechar su atalaya para conformar sus opiniones sobre la realidad. No sólo participa en cuantos encuentros oficiales se celebran en la Moncloa con dirigentes extranjeros y españoles y personalidades de todas las disciplinas, sino que de ella es la iniciativa para ofrecer una comida semanal a grupos elegidos de intelectuales y artistas. En esos encuentros, sea en español o en inglés --idioma que habla con bastante más fluidez que su marido-- ella lleva la voz cantante: pregunta, inquiere, opina y ejerce de perfecta anfitriona. "En mi casa digo lo que me parece", es su lema.

Bien dotada para las relaciones públicas --gana en el trato directo--, ha sabido medir sus declaraciones para incurrir en sólo dos sonadas meteduras de pata desde que su marido gobierna. La primera fue criticar la decoración de la Moncloa, en 1996, y la segunda apoyar al exalcalde de Ponferrada Ismael Alvarez,

condenado por acoso sexual a la concejal del Partido Popular Nevenka Fernández.Además, sabemos que es partidaria de la solución policial para resolver el problema terrorista, de aceptar inmigrantes "de forma ordenada", es decir, en tanto que "pueda absorverlos el mercado de trabajo"; y que está en contra del aborto, de la utilización de embriones para la investigación y del establecimiento de cuotas femeninas en los partidos políticos: "El sistema del PP ha sido más eficaz que las cuotas del PSOE en la lucha por la igualdad".CONCEJALA POR MADRIDSu madre, Ana Serrano, le inculcó que una buena madre debe estar en casa cuando los niños vuelven del cole. Ahora que sus dos hijos mayores han volado del nido, y el pequeño ya tiene 14 años, es el momento de volver a la faena. Y aunque siempre mantuvo que no entraría en política mientras su marido estuviera en activo, ahora que el que el presidente se ha marcado una fecha de caducidad ha decidido saltarse ese principio y adelantar su salto a la arena. Lo hará de la mano de Alberto Ruiz Gallardón como número 3 en la candidatura para el Ayuntamiento de Madrid. El anunció lo hizo la semana pasada en el transcurso de un multitudinario acto en el que se mostró partidaria de colaborar en tareas sobre asuntos sociales.