El reelegido secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha asumido hoy, en la segunda asamblea ciudadana, el mandato de las bases: "unidad y humildad", ha dicho tras agradecer a los militantes que se lo hayan recordado. Iglesias, que ha ganado todas las votaciones en Vistalegre II, ha asegurado que esta asamblea les ha dado "una orden" y la van a cumplir. "Unidad y humildad para que las gentes y los pueblos recuperen la soberanía", y defender el derecho a decidir y los derechos humanos frente al fascismo que llega a Europa, ha exclamado. "Unidad, unidad" gritaban también los militantes en el Palacio de Vistalegre de Madrid para recibir a Iglesias, que ha comenzado su intervención recordado a la mujer asesinada en Seseña (Toledo) por su pareja: "Os queremos vivas y os queremos a todas", ha asegurado. Y a partir de ahí todo su discurso ha sido para recoger ese mandato de los militantes, para ser "útiles" debemos "estar unidos y ser humildes", ha repetido.

Iglesias se ha comprometido a trabajar por llevar al Parlamento las demandas de la sociedad civil, para gobernar con los aliados en los ayuntamientos de cambio, para "seguir siendo" la oposición al PP, para ganar las elecciones a Mariano Rajoy y para gobernar en más ayuntamientos y comunidades autónomas. "Para cambiar España con sus gentes y sus pueblos", ha enfatizado el líder de Podemos, que ha vaticinado que "seguramente" cometerán errores pero deja también un compromiso: "Nunca nos equivocaremos de bando", ha prometido.

Iglesias ha apelado a luchar por un proyecto de país soberano, más justo, más social, donde la igualdad entre hombres y mujeres sea una realidad, y donde Podemos sea un instrumento de impulso constituyente. Se ha felicitado porque Vistalegre II no ha sido un congreso "a la búlgara con brazos de madera ni pucherazos", ha puesto el acento en la alta participación de sus militantes en las votaciones, sin comparación -ha dicho- con ninguna otra formación en Europa.

"Aquí hay un partido del siglo XXI que avanza con otros y con la gente, frente a otros se atrincheran", ha subrayado. Iglesias quiere un Podemos "coral, más femenino, unitario, fraterno y unido", sostiene que el "viento de cambio sigue soplando" y está convencido de que hoy Podemos es más fuerte y maduro. "Unidad y humildad, hasta la victoria", ha concluido.

El resultado es inequívoco. Pablo Iglesias se impone a Íñigo Errejón en todas las votaciones del cónclave, Vistalegre 2. Su victoria implica que toma el control total de Podemos y lo que el partido morado sea a partir de ahora dependerá de su voluntad de integrar a los derrotados o pasar el rodillo con más o menos elegancia. En cualquier caso, el marcador final es inapelable.

Iglesias se impone como secretario general (89%), gana en el Consejo Ciudadano Estatal (CCE) por el 59,68% de consejeros frente al37,1% de Errejón y el 3,23% de los anticapitalistas. Vence también enlos cuatro documentos (político, organizativo, ético e igualdad). Aunque el errejonismo confiaba en imponerse en proyectos clave como la estructura del partido o el rumbo hacia la transversalidad, los simpatizantes han expresado su apuesta nítida por el líder y su equipo. El pablismo será mayoría en la cúpula directiva. Se queda con 37 puestos. Errejón con 23 y los anticapitalistas con 2. Este órgano elegirá en los próximos días a una ejecutiva que mantendrá esa misma proporción.

El futuro del ‘número 2’ queda en el aire. Aunque Iglesias ha prometido “integración” durante una campaña que ha planteado -con éxito- como plebiscito, Errejón tiene asumido que es muy posible que sea destituido como portavoz parlamentario y como secretario político. El futuro de sus dirigentes más próximos también es incierto.

Más allá de los cargos, ¿qué significa el resultado de una votación tan compleja? Podemos vira a partir de ahora para convertirse en un partido-movimiento con mayor presencia en las calles, de discurso áspero en las instituciones y que aspira a crecer nutriéndose de ciudadanos movilizados en protestas sociales. El diálogo con el PSOE será escaso y la diferenciación clara. El giro que Iglesias promovió tras el verano, sin contar entonces con la aprobación de la dirección, queda legitimado por el voto de los militantes. El ‘número uno’ conserva su poder. Podrá convocar a las bases unilateralmente para referéndums internos.

El resultado, que los dirigentes conocieron de madrugada, sitúa toda responsabilidad del futuro del Podemos sobre el que es ya líder indiscutible, Pablo Iglesias. En lo que decida el PSOE en su Congreso este verano reside en buena medida el futuro inmediato de la parte izquierda del tablero político.