Aznar inauguró ayer de incógnito la nueva sede de la Embajada de España en Berlín --un caserón que Hitler regaló a Franco--, en un acto que contó sólo con la asistencia del personal de la legación. Todos los países han celebrado la apertura de sus embajadas en Berlín (hasta 1999 la capital era Bonn) como un acontecimiento especial.